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Miguel Couto se va a su casa

martes, 23 de marzo de 2021
El concejal de Urbanismo se marcha y desde el Gobierno alegan motivos personales, aunque parece que la realidad es ligeramente diferente y son más bien "motivos de personal".

Es público y notorio el malestar del señor Couto con lo que ha pasado en las Miguel Couto se va a su casadelegaciones que de él dependían y la desautorización pública que sufrió con el nombramiento de algún jefe de servicio (recordemos que no acudió a la toma de posesión de dos responsables de parcelas de su competencia), una lucha en que primaron los intereses personales frente a los de la necesidad de llevar a cabo un cambio en profundidad del área para acabar con los problemas que arrastra desde hace décadas. El "statu quo" ganó esa guerra y el concejal es la víctima colateral que, desde mi punto de vista, no ha querido soportar por más tiempo una situación que dejaba en evidencia día tras día que cualquiera mandaba más que él en su parcela. Es una retirada digna, porque además se va sin querer hacer ruido.

He leído a la oposición criticar duramente a Couto por marcharse sin haber logrado nada en el urbanismo del Ayuntamiento de Lugo, pero estoy convencido de que es al revés y que confunden, seguramente de forma interesada, causa y efecto. No creo que se marche sin haber podido cambiar nada, se marcha, creo yo, porque no le dejan cambiar nada que no es lo mismo. No se ha podido abordar el gravísimo problema de la reforma del PEPRI, no se ha completado el 5% del Plan General que lleva diez años en un cajón, no se han incrementado los tiempos de tramitación de las licencias ni se ha desatascado la tramitación, la planificación de la ciudad (por llamarle de alguna manera) parece más propia de un crío caprichoso o de un nuevo rico ocioso que de una respuesta proporcional a las necesidades de una ciudad... Como para seguir ahí cuando encima te putean públicamente.

Pero más allá del problema puntual para el Gobierno de Lugo, que se sortea tirando de lista electoral y reasignando funciones -levantando una breve polvareda que se asentará en poco tiempo porque esta ciudad es muy desagradecida con quienes han intentado pelear por hacer las cosas bien en ella- el lío interno en la casa socialista es mayor. No podemos olvidar que de las dos alas del PSOE gallego, "la besteirista y la caballerista", la alcaldesa pertenece a la primera mientras que el Presidente de la Diputación y Couto son de la segunda. Además, el dentro de poco exconcejal (la renuncia se formaliza este jueves) es miembro de la ejecutiva socialista y algo me dice que a ese cargo no va a renunciar, quedando ahí latente. No creo que vaya a buscar venganza, no le pega en lo que sé de él (que no es mucho, también es cierto) pero desde luego tampoco creo que sus simpatías hayan cambiado en estos dos años.

No trato a Miguel Couto. He estado con él dos o tres veces y en esas ocasiones me ha parecido una persona afable, cortés (eso hizo que me cayera bien, la verdad), y por lo poco que me ha tocado lo he visto diligente y preocupado por solventar más problemas de los que pueda crear, que aunque parezca increíble es algo preocupantemente infrecuente en este cochino mundo de la política. También es cierto que estas breves impresiones pueden ser totalmente equivocadas, y de hecho me pasó con otra persona del gobierno con la que empecé con muy buen pie pero que me ha demostrado ser mentirosa, torticera y mala gente. De hecho me ha pasado con dos ahora que lo pienso.

Pero me quiero quedar con lo bueno, en que Couto es lo que parece, una persona con un perfil trabajador que no pudo desarrollar la labor a la que se había comprometido porque le han enviado torpedos a la línea de flotación desde su propia casa. Han querido que haga ladrillos sin paja (si no han visto "los Diez Mandamientos" no sabrán de qué les hablo pero está muy bien traído hablando de urbanismo) y su solución ha sido la única que podía tomar: marcharse.

Una pena. Lugo pierde al que probablemente fuera el concejal más competente y comprometido que teníamos. Supongo que por eso se ve obligado a irse.

Le deseo lo mejor.
Latorre Real, Luís
Latorre Real, Luís


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