Conocí al padre Manuel Carreira en la escuela de verano de la Specola Vaticana de 1993 (VOSS).
En ese entonces yo era un joven recién egresado de la licenciatura en fisica de mi ciudad natal Florencia, con la ambición de dedicarme a la astronomía profesional. La escuela de astronomia de la Specola ese año tenía como tema los núcleos galácticos y se trataba para mi de la primera experiencia internacional, por así decirlo.
Las clases eran dictadas en ingles por profesores norteamericanos y un aleman cuyos acentos me resultaban bastante duros de entender, ya que mi conocimiento de ingles, en esa epoca, no iba mucho mas allá de lo que había aprendido en el colegio varios años antes.
El padre Manuel no era parte del staff docente de la escuela pero estaba a cargo de los telescopios de la Specola y nos acompañaba en las noches de observación que realizabamos semanalmente.
Lo primero que me llamó fuertemente la atención fue su maravilloso acento gallego ¡a él lo podia
entender perfectamente!
Todavia yo no hablaba español ni podia imaginar que habria desarrollado gran parte de mi carrera cientifica en un pais hispanico. Además, la atracción que desde la más joven edad habian
ejercido sobre mi los telescopios y las observaciones astronomicas, me dieron la confianza para acercarme timidamente al padre y de esa manera pude enterarme sobre el taller mecanico en el cual solia pasar trabajando parte de su tiempo.
Desde luego la manufactura mecanica y la construcción de instrumentos era otro ambito que me entusiasmaba mucho y no tardé en pedir al padre Manuel si por favor podia acompañarlo alguna
tarde en el taller para aprender de él. En la universidad donde habia estudiado el personal tecnico solia ser bien distante y frio hacia los estudiantes y definitivamente muy reacio a admitirnos al taller mecanico y compartir conocimiento con nosotros, así que no fue poca mi sorpresa frente a la gran disponibilidad del padre Manuel, no solo a recibirme en el taller si no que también a enseñarme con mucha paciencia y dejarme manejar el torno y la fresadora.
Pasamos mas de una tarde en esa actividad mientras conversabamos y él me enseñaba distintas
tecnicas, herramientas y materiales. Aun conservo las piezas que fabricamos juntos en ese verano de tantos años atrás.
El otoño siguiente entré a mis estudios de doctorado en astronomia y gracias a eso viajé a
EEUU donde, entre otras cosas, tuve la oportunidad de pasar largas noches de observación en el telescopio Vaticano VAT de Mount Graham.
Luego viajé a Chile donde me quedaria un tiempo muy largo y hasta el día de hoy. Muchas cosas y muchos años han pasado, pero esas tardes en el taller de la Specola, la disponibilidad y la simpatia que el padre Manuel me demostró y nuestras conversaciónes siempre serán un recuerdo
imborrable. Un gran ejemplo de lo que significa transmitir conocimiento a los jovenes, con pasión y entusiasmo, que hoy trato de replicar lo mejor que puedo en mi trabajo docente.
(El Dr. Leonardo Vanzi es profesor del Centro de Astroingenieria de la Pontificia Universidad Católica de Chile)
