Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

De 'Mayo 68' a Mayo 2008

martes, 06 de mayo de 2008
Se ha puesto de moda hablar mal de los acontecimientos de Mayo de 1968 en París, ahora, en su 40 aniversario. Y sin embargo fue un movimiento espontáneo y sano que reveló el de hartazgo de la juventud francesa, un rechazo del orden establecido, que cambió la manera de ver las cosas, nada es igual desde entonces, empezando por la mayor libertad sexual. Esta manifestación de inconformismo estudiantil, que ha quedado como un símbolo, tuvo sus orígenes en la universidad norteamericana de Berkeley (California) pero mucho más cerca de nosotros, prendió fuerte en la de Nanterre (Francia) y en La Sorbona de París, no tardó en extenderse por contagio difícil de explicar de estudiantes a obreros e hizo creer que era posible “cambiar la vida” -uno de sus eslóganes preferidos-, es decir, transformar radicalmente la sociedad. Se trata de un sueño mil veces renovado.

Como recordatorio anotemos que por unas semanas Francia quedó a la deriva, fue gobernada de forma asamblearia y caótica, no se sabía donde estaba el poder. Y nada lo anunciaba, no había ningún indicio de inquietud. El presidente de la República, el general De Gaulle, sorprendido y desorientado por la magnitud de los disturbios -a su entender inexplicables- no supo de momento que decisiones tomar. Después, echó aceite al fuego al ordenar el empleo de mano dura a los CRS (policías de las Compañías Republicanas de Seguridad) para reprimir los desórdenes. Los sindicatos declararon la huelga general. Por algún tiempo, la situación pareció írsele de las manos a los políticos. Pero, finalmente, el Partido Comunista y el sindicato CGT (Confederación General del Trabajo), de gran influencia ambos entones, prefirieron ser realistas, dejar a un lado la utopía revolucionaria y convertir en logros sociales sus reivindicaciones en los llamados acuerdos de Grenelle. Me vienen a la memoria algunos nombres de los héroes fugaces de las barricadas levantadas con adoquines en el Barrio Latino: líderes estudiantiles como Alain Geismar o Jacques Sauvageot, pensadores en ciernes como mi amigo Bernard Henry-Lévy, agitadores como el franco alemán Daniel Cohn-Bendit, el famoso Danny el Rojo, aún hoy en política activa. En sólo unas semanas, el estallido del Mayo francés se convirtió en la mayor contestación del orden establecido de la época. En realidad, fue un aldabonazo, una llamada de atención que despertó muchas conciencias dormidas o conformistas. Francia sufre periódicamente estas pulsiones algo suicidas que la asaltan y la llevan no se sabe muy bien donde, la más violenta y cruenta fue evidentemente la Revolución Francesa, que guillotinó a Luis XVI y a millares de personas de la nobleza y de la clase alta en 1789; en Mayo de 1968, en cambio, no hubo ni una sola víctima mortal, por cierto. A pesar de tantas y tan largas estancias en París, yo tuve la mala suerte de estar destinado en aquella época en Nueva York yperderme desde el punto de vista informativo este acontecimiento que conmovió al mundo. Fue algo estimulante, los lemas de Mayo 68 aún valen hoy en día, siguen sin cumplirse: “Prohibido prohibir”,“Sed realistas, pedid lo imposible” o “La imaginación al poder” serán suficientes para probar su atractivo rompedor. En realidad, todas estas pintadas por liberadoras que resulten no constituyen un ideario o un comportamiento a seguir ni mucho menos, qué va, son como fogonazos inteligentes y jubilosos para afrontar la vida de otro modo. Por cierto que el actual presidente francés, Nicolas Sarkozy, como buen conservador, es defensor del orden, del mérito y del esfuerzo, no le gusta la mentalidad creada por la ideología del 68. Exagera sin duda Sarkozy, ennegrece las tintas, mata la ilusión y además lo hace francamente a destiempo, nada menos que cuatro décadas después. A mi modo de ver, el espíritu del Mayo francés debe permanecer porque es generoso, libre, idealista y aborrece las ataduras: constituye un ideal de juventud.
Acuña, Ramón Luis
Acuña, Ramón Luis


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES