Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Sesgo de conspiración

lunes, 24 de agosto de 2020
Esta pandemia no deja de sorprendernos. Tanto es así que en los últimos tiempos no son pocos los que dudan hasta de su existencia. Como muestra, los negacionistas, una epidemia de incrédulos que en las últimas semanas ha emergido con fuerza. La gota que colmó el vaso fue la manifestación del domingo 16 en Colón, donde unas 3.000 personas, sin mascarilla ni distancia de seguridad, protestaron al grito de “libertad”, “¡fuera los bozales, no somos animales!” y un largo etcétera de argumentos tan pegadizos como falaces.

El empecinamiento de estos individuos, que parecen convencidos de poseer la verdad a pesar de encontrarse en las antípodas de la misma, recuerda mucho a aquellos prisioneros encadenados que, en el mito de la caverna de Platón, confunden las sombras que perciben dentro de la caverna con el mundo real. La confusión de estos prisioneros está justificada, puesto que nunca han tenido la oportunidad de ver el mundo real, es decir, de conocer la verdad. Sólo uno de los prisioneros tiene la fortuna de ser liberado y, no sin dificultades, logra abandonar la cueva para conocer, ahora sí, el mundo tal como es, sin sombras ni engaños. Al hacerlo, compadece a sus antiguos compañeros, que permanecen presos de su propia ignorancia.

Lo paradójico de los negacionistas del coronavirus, los cavernícolas del siglo XXI, es que, a diferencia de los que aparecen representados en el mito de Platón, ellos eligen quedarse en la caverna motu proprio. Aun cuando la evidencia científica les ofrece la posibilidad de abandonar el mundo de sombras en el que habitan, ellos prefieren permanecer en él, desoyendo a las voces autorizadas y, si fuese necesario, desacreditando a todo aquel que piense de forma diferente. Para alimentar su propia mentira hacen uso de una de las distorsiones cognitivas más comunes: el sesgo de confirmación. Este mecanismo, del que todos podemos ser víctimas en un momento dado, hace que tendamos a prestar mayor atención a aquellas ideas que confirman nuestras ideas previas y a rechazar aquellas que suponen una novedad o que cuestionan nuestros conocimientos previos. Los negacionistas llevan este fenómeno al extremo, rechazando toda esa información que demuestra, día tras día, que el coronavirus es un problema serio: cifras de fallecidos, secuelas, rebrotes, poder de transmisión... En su lugar, prefieren centrar su atención en aquellos bulos y noticias falsas que concuerdan con su punto de vista, desde los postulados conspiranoicos que culpan a Bill Gates de querer implantar microchips en las vacunas contra el Covid, hasta las ocurrencias de un irreconocible Miguel Bosé, que bien podría retitular su Amante bandido como Amante confundido.

Ante este panorama, sólo cabe armarse de paciencia y alejarse, en la medida de lo posible, de cuevas y lugares sombríos. Nada como el aire libre para mantener intacto el sentido común.
Riera, Martiño
Riera, Martiño


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES