Elecciones en Galicia

Al margen del escrutinio oficial que le otorgó al PPG la mayoría absoluta con 41 diputados, siendo el partido más votado en 298 de los 313 concellos que componen Galicia, las manifestaciones postelectorales de representantes políticos introducen ciertas dudas sobre quien es el verdadero ganador de dichas elecciones.

Tras la resaca electoral los participantes en dicha contienda partidista han interpretado a su manera los resultados conseguidos. He seleccionado de sus declaraciones un conjunto de "perlas electorales" dignas de análisis y reflexión.

Según versiones de conspicuos socialistas, gallegos y monclovitas, las elecciones gallegas las ganó realmente el Covid-19, aun cuando no se hubiera presentado a las mismas. Según otras versiones, de diversa procedencia, las elecciones las ganó Feijóo, o tal vez Galicia, triple candidata en el mensaje electoral, o el PPG según el escrutinio oficial, o tal vez los votantes, pues como dijo el propio Feijóo ha sido "una victoria democrática de los gallegos". En todo caso, al margen del escrutinio oficial, la versión populista o populachera más extendida es que Feijoo, como persona o como líder del PPG, ganó por goleada contra sus pluri-opositores, gracias a la decisiva actuación del Covid, que actuó como árbitro sumiso y arbitrario pitando a su favor. ¡Qué desvergüenza, que horror!

De todos modos es conveniente resaltar que el segundo puesto en el porcentaje de voto, tras el 48% de Feijoo, corresponde al partido abstencionista, que con el 40% de los electores desplaza del segundo lugar al BNG. Dicha abstención produce sin duda una devaluación de la democracia y una desafección hacia la clase política, que debiera ser motivo de reflexión para vencedores y vencidos.

Más difícil todavía resulta determinar quiénes han sido los perdedores: el BNG se enorgullece legítimamente de su inesperado ascenso en el escalafón, el PSG califica su rotundo fracaso como "resultado insatisfactorio" o "insuficiente", tanto en Galicia como en Madrid, recurriendo al Covid, como aliado estratégico de Feijoo para conseguir tan rotundo resultado. Los grupos afines a la pléyade de Podemos culpan del fracaso a doña Pandemia y a circunstancias esotéricas. Podemos, que nació en Galicia, eligió de nuevo esta tierra para fallecer cristianamente. Los "mareantes" han naufragado estrepitosamente en el revuelto mar electoral y junto con Ciudadanos y Vox han quedado fuera del nuevo y vigoroso Parlamento, que será el más paritario de la historia de dicha Cámara, con más mujeres: 38, que varones 37. Bienvenidas sean dichas diputadas a tan honorable hemiciclo y esperemos que su presencia sea beneficiosa para favorecer el diálogo y terciar afablemente en las controversias partidistas, respetando la diferencia entre enemigo y adversario.

La mayoría de los ciudadanos, sobre todo en localidades con poca población, no vota a los partidos, sino a las personas, no le preocupan o desconoce los programas y promesas electorales, que "están para no cumplirse", como dijo el eximio profesor Tierno Galván. Si un partido no elige bien sus candidatos suele fracasar en la contienda electoral. Cada sociedad tiene los políticos que merece. Lo que votes -siembres- hoy, lo recogerás mañana.

"El problema de la democracia son los votantes", J. Brennan.