El silencio

El silencio es algo más que la ausencia de ruidos.
Es también un complementoideal
en la fecunda comunicación verbal,
y al carecer de la expresividad
y la opulencia del lenguaje hablado,
el silencio es más cauto y reservado
El silencio es la voz muda del pensamiento,
mas ello no implica negación ni asentimiento
en su comportamientoversátil y dispar:
un sí, un no, o tal vez un quizás
y cuando no sabe que decir, opta por callar.
Ante el insulto y la afrenta,
a veces el silencio es la mejor respuesta.
El silencio es a la vez mudo y elocuente,
pero, no siempre es inocente,
y a veces hasta el silencio miente,
y oculta o no dice lo que siente,
por lo cual puede ser cómplice o culpable
de un silencio irresponsable.
Pero además de tan peculiar expectativa
en el ámbito de la fértil comunicación,
el silencio tiene otras alternativas
de distinto alcance y condición.
El silencio es un atributo intangible:
no se ve, no se oye, es reservado y sensible,
y por el momento
se encuentra exento de impuestos.
El silencio es un recurso, un mecanismo
para aislarse del mundo
y encerrarse en sí mismo,
perohuyendo del silencio depresivo,
que es muy dañino y nocivo
El silencio es como la soledad,
es bueno cuando lo buscas,
pero no cuando lo encuentras
al margen de tu voluntad
En este mundo trepidante y bullanguero
el silencio es el descanso de guerrero.
Más en una sociedad libre y plural
no se puede imponer un silencio monacal.
El silencio y su antónimo la algarabía
deben llevarse bien y vivir en armonía.
El silencio no es contrario a la alegría.
El silencio es discreto y polivalente
y enriquece el espíritu y la mente.
En silencio admiramos un cuadro,
leemos un libro y podemos escuchar
el rumor de las olas del mar.


Estoy buscando afanosamente el Silencio
¿Dónde lo puedo encontrar?
Lo tienes cerca. Oculto en tu propia intimidad,
a la espera de que sepas, su muda voz escuchar.
El hombre es esclavo de sus palabras
ydueño de sus silencios. Aristóteles.
“No digas nada, no preguntes nada,
cuando quieras hablar quédate mudo,
que un silencio sin fin sea tu escudo,
y al mismo tiempo tu perfecta espada”. Borges