La caballería ligera de los ambientalistas y la brigada gubernamental ha cargado contra la Presidenta de la Comunidad de Madrid por un comentario sobre la contaminación, en
que Díaz Ayuso se oponía al catastrofismo sobre los efectos que producía y decía que nadie se muere por la polución.
Un comentario a mi juicio muy acertado por la histeria desatada ante las modificación o incluso supresión de la zona central de restricción del tráfico que había propuesto el actual alcalde de Madrid.
Es cierto que hay afecciones respiratorias y molestias de irritación de los ojos, pero esgrimir datos de la OMS de que se mueren siete millones de personas debido a la contaminación sin especificar cuantas se mueren en la Comunidad de Madrid es puro y duro catastrofismo.
Recuerdo que en Avilés en la fase más aguda de los humos tóxicos de los altos hornos se registraron placenta grises en los partos,pero no se habló ni escribió de muertes y eso que las críticas eran acérrimas.
Decir que la Presidenta es negacionista es una estupidez, cuando habría que manifestar que Doña Isabel es una mujer con sentido común, que desea proteger a los madrileños contra miedos injustificados.
Quien nos ha defraudado ha sido un personaje muy estimado por las izquierdas y el
frente ecologista me refiero al Papa Francisco, quien siguiendo la tónica actual de fomentar el victimismo de la mujer y "empoderarlas" arremetió contra la violencia que se ejerce contra las mujeres y un día después dió un manotazo a una mujer probablemente filipina que en un arrebato después de santiguarse se colgó de la manga del pontífice y la reacción de Francisco fue violenta propinandole un manotazo y respetándose con violencia y con gesto de gran enfado y menosprecio. Al día siguiente el Papa se disculpó públicamente en el Angelus.
Propagar que Francisco es un hombre violento sería injusto y no viene al caso. Es cierto que es más fácil predicar que dar ejemplo. Personalmente confieso que tengo reacciones muy airadas cuando me dan un pisotón, pero segundos después se me ha pasado la ventolera.
Los personajes públicos están sometidos a escrutinio, son los gajes del oficio y no tienen más remedio que aguantarse y ejercer moderación. Recuérdese que una reacción desproporcionada de Esperanza Aguirre contra los policías que la retuvieron por su aparcamiento indebido probablemente le costó la alcaldia de Madrid.
Isabel y Francisco son motivo de examen público y de comentarios de todo tipo, tienen que mantener el tipo y defender su reputación y buen nombre. Son pequeños incidentes, que demuestran el interés que despiertan entre los ciudadanos.
En el caso del Papa llegaron rápidas las disculpas y el mea culpa, nunca mejor dicho, pero respecto a la señora Diaz Ayuso no tiene nada que se le pueda reprochar, sino que denota tener sentido común y buen juicio sobre un problema que ocupa y preocupa a los ciudadanos pero poniendo las cosas en su sitio y no desatando la histeria colectiva.
Como estamos en las fiestas de Navidad,que excepto al Divino Pedro a quien solo interesa el poder incita los buenos deseos y el afecto yo le daría un abrazo afectuoso a la Presidenta y le daría fríamente y con reservas la mano al Papa Bergoglio con cuidado de que en su oposición a que se la besara me la desconyuntara.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
