El trece de noviembre, el Foro de Foros se concentró sobre el tema de Rusia en el marco de Foro Asia. Georgina Higueras, directora, moderó el debate con preguntas puntuales y difíciles a responder por parte de los expertos. Había tres perspectivas diferentes en la mesa. Fernando Moragón, presidente del Observatorio Hispano-Ruso de
Eurasia, Manuel Morato, coronel retirado del ejército de tierra y Sergey Sysoev, representante en España de la Fundación Alexander Gorchakov.
El enfoque de la conversación fue el papel de Rusia:¿es nuestro vecino o nuestro enemigo? En realidad, se podría remarcar que este titulo no presenta la opción de Rusia como amigo: un vecino, en algunas teorías de relaciones internacionales, será, antes o después, un enemigo.
La primera ronda de preguntas fue para Fernando Moragón. Lo que inmediatamente recalcó fue que en las relaciones internacionales no existen amigos o enemigos sino solamente intereses de los estados. Según él, Rusia es parte de Europa. Hemos visto las diferentes historias que los países de este continente han vivido y entonces, la historia de Rusia no es una gran excepción. Su manera de pensar sigue todavía el mismo modelo de los países occidentales a diferencia de lo que pasa con China.
En cuanto a China, él no ve posible una alianza entre ambas. Ahora solamente tienen en común el enemigo estadounidense y en consecuencia el rechazo, más o menos fuerte, por parte de la Unión Europea. Y es la disgregación de la misma Unión que está reforzando acontecimientos como el Brexit, el deterioro de la OTAN o lo que pasa en Crimea.
En este escenario, las relaciones de Rusia con sus vecinos de Oriente ganan más y más importancia. No se pudo hablar de Rusia sin mencionar a Putin. Su imagen de hombre fuerte, opuesta a la de Boris Yeltsin, ha permitido su ascensión y la victoria del apoyo de la población. Según el experto, si la escena internacional lo permitiera, en 2024 Putin se retirará, dejando su posición a un sucesor capaz y contando con su apoyo.
La segunda ronda de preguntas iba focalizada en la defensa y la seguridad militar. La primera fue la búsqueda de una manera para incluir a Rusia en los espacios de seguridad europea. Lo que nos respondió fue: ¿Cuáles son estos espacios? Debemos
tener en cuenta que la inclusión de un país en un sistema de seguridad no se realiza solamente con las medidas militares, sino también con relaciones económicas, como ha pasado con los demás países exsoviéticos que ahora son miembros de la Unión Europea y, tenemos que recordar que Rusia tiene sus propios intereses y es la potencia mayor de toda Europa. Lo que Rusia y los demás países han aprendido antes que nosotros es que debemos olvidar la lógica de la guerra fría y empezar a considerar las relaciones internacionales con pragmatismo para hacer posible el diálogo. Lo que determina la amistad de una relación entre estados no es el nivel de tecnología, sino la confianza que uno pone en los otros.
¿Cómo considerar el plan de modernización de los arsenales rusos o la retirada estadounidense del tratado INF? Para un estado, es necesario armarse, pero esto no significa que va a atacar, como en el caso de Rusia y los Bálticos. El debate se llevó a cabo con una reflexión sobre la colaboración militar entre Rusia y Turquía, un país de la OTAN. La cooperación entre Rusia y la OTAN ya es un tema pasado, desde que existía la Yugoslavia pero, esta vez, una relación bilateral sin la explicita intervención de la OTAN preocupa a los observadores.
La tercera perspectiva proviene del interior de Rusia. Según Sergey Sysoev, la sabiduría de Putin consiste en saber reconocer donde están las vulnerabilidades de Europa y obtener éxitos que ha planificado con tiempo, sin que nadie se entere.
Se habló de la situación interna de Rusia y cómo se la considera desde el exterior. Las condiciones empresariales ahora están mejores que en España. Las empresas facturan menos que las estadounidenses pero son más productivas y los criterios reflejan un cuadro diferente según los que se utilizan. Seguramente hay todavía problemas de corrupción, natalidad, redistribución de la riqueza y desigualdad entre la ciudad y el campo, pero la situación mejoró radicalmente desde hace 15 años cuando Rusia vivió su peor crisis económica.
Él subrayó la condición de la oposición que está subvaluada en el exterior, mientras en realidad obtuvo sus medios de comunicación y un estatus formalizado. Al final, se comentó el nivel de cooperación e inversión entre Rusia y España, que de todos modos es uno de los países menos sospechosos, debido al hecho que tiene mucho en común, siendo a la periferia de Europa.
Los asistented hicieron preguntas de forma pública y privada a los ponentes.
Fue una tarde muy interesante y terminó con jamón, vino y discusiones de altísimo nivel.
Alessia Busi - alessia.busi@studio.unibo.it
