Es asombroso ver y escuchar los aspavientos que produce la gran acogida que tuvo la intervención de Vox en el debate del día 4. Nos encontramos ante la excepcionalidad española. Para la intelligentsia hispánica estan bien vistos los partidos de la extrema izquierda y los independentistas, que están prohibidos entre otros países por Alemania.
En España se acepta ser comunista y partidario de sistemas políticos como el bolivariano alegando la libertad de expresion, mientras el Parlamento Europeo recomienda borrar de los callejeros los vestigios de partidos que causaron muchísimas muertes, represion política y atroces campos de concentración.
Abascal en el debate a cinco acertó en los primeros tres bloques en hacer suyas las "percepciones" de millones de ciudadanos y al mismo tiempo afirmar el respeto de la ley, a la Constitución y a la Monarquía.
Mientras partidos aceptados por la mencionada intelligentsia no lo hacen.
La táctica que viene el lobo el de la España en blanco y negro y la de atemorizar a las
mujeres a confinarlas en la cocina y en sus labores de perpetuas sometidas es una práctica electoral descubierta por Zapatero y seguida bovinamente por el Divino Pedro. Otra forma de enfrentamiento.
No a la reconciliación y la armonía y si a la confrontación e imposición son los lemas del actual líder del PSOE y su arma letal electoral resucitar a Franco para reeditar el enfrentamiento de las dos Españas. A falta de no saber como solucionar los problemas reales de los españoles encanallarnos con el pasado de nuestra guerra incivil como decía Unamuno. La labor de un verdadero Terminator.
Harían bien los partidos constitucionalistas en examinar detenidamente y sin hipocresía las "percepciones" que apoya Vox. Enumero algunas:
1. El derroche que supone mantener el actual sistema autonómico.
2. Necesidad de recentralizar la Educación y la Sanidad.
3. Frenar la emigración ilegal.
4. Libertad religiosa y respeto de sus simbolos.
5. Endurecimiento del Código Penal para determinados delitos.
6. Defensa del castellano.
7. Unidad de España
Estas siete "percepciones" no son inconstitucionales. Son propuestas incluso mucho menos radicales que la eutanasia o la autodeterminación.
Que a Podemos poco menos que se le aplauda cuando postula un referéndum vinculante para Cataluña y se repruebe un redimisionamiento o incluso supresión de las autonomías, que no pasa de ser una propuesta parecida a la del Plan Ibarreche que se presentó a las Cortes y fue rechazado.
Es una verdadera hipocresía y da alas a Vox y se comprende que Abascal ganará según muchas encuestas el debate del día 4.
Los problemas que pretende atajar el populismo tanto de derecha como de izquierda, la indignación de los ciudadanos ante la injusticia para unos y la desigualdad para otros, deben acometerse por los partidos constitucionalistas y no ser ignorados y pisoteados.
No seamos hipócritas. No soy de Vox, fui convencido militante antifranquista, ferviente anticomunista y partidario de la reconciliación nacional que supuso la transición. A mí me asustan los problemas que no se resuelven y que insuflan ilusión a los dos populismos.
El peligro de seguir siendo hipócritas es que se impongan los que nos dicen las verdades del barquero. Abramos los ojos para conservar lozano nuestro sistema democrático. No rechacemos las propuestas que "perciben" muchos ciudadanos, para combatir eficazmente al fascismo y al comunismo. Dejemos de ser hipocritas. Llamemos al pan pan y al vino vino.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
