No me estoy refiriendo al amigo Tezanos ni a su última encuesta. Me alejo de las elecciones y, desde Roma, hablo de otro tipo de prostitución, donde no se prostituye la verdad, sino las personas.
La RAI italiana se preocupa por el fenómeno de la prostitucion y de la droga donde resulta que la demanda, toda italiana, es muy grande. En España, otra encuesta internacional, nos señalaba como el tercer consumidor del mundo detrás de Tailandia y, creo que, Panamá.
Es decir, la fogosidad latina y nuestra falta de escrúpulos queda manifiesta por estas estadísticas y es muy preocupante en países de sólidas raíces cristianas. Gabrielle D'annunzio escribió desenfadadamente "no voy a los prostíbulos por miedo de encontrar a mi madre y a mis hermanas". Curzio Malaparte, otro deslenguado, decía algo parecido en referencia a las napolitanas y sus desvaríos con los americanos de las fuerzas de liberación.
El tiempo ha pasado y las cosas parecen no haber cambiado a pesar de la cruzada feminista de Carmen Igualdad y su macho alfa, el Divino Pedro en España y, en Italia, del Santo Padre.
Me pregunto si será algo genético de un fuego irresistible en los países bajos de todos nosotros aunque, cuando preguntas, todos son hipócritas y dicen que ellos no. Tal vez necesitaríamos que la asturiana de Sanidad y la del chigre recetaran unos calmantes muy fuertes para inhibir el apetito sexual de los varones latinos que, excepto con sus mujeres a las que respetan más de lo que ellas desearian, se explaya con pobres mujeres, chicas y a veces niñas sometidas a la trata más vieja del mundo.
Los nórdicos, debido a su clima y haciendo excepción de las ciudadanas rusas, incluso de la congelada Siberia que rivalizan en sus fuegos internos con los latinos, son más justos y morigerados y castigan al cliente más que a su víctima.
Una explicación puede ser que las feministas no quieren castigar a sus padres y hermanos. Su furia se descarga en abstracto pero, sin rozar el entorno familiar.
Recuerdo, en una conferencia francesa de una asociación municipalita, la charla que nos dirigió en Dakar exclusivamente a españoles e italianos un circunspecto y docto médico francés instruyendonos sobre los peligros del SIDA.
Mi pregunta es, si somos hombres de frenopático, que perdemos la chaveta y aflojamos la cartera a la vista de unas fornidas pantorrillas sean o no de gimnasio. Mi querido amigo Miguel Ángel dice que no le gustan las que tienen las piernas como Ronaldo. Se ve que le gustan todas las demás...
Es una lacra de nuestros países y un negocio de padre y muy señor mío. Alemanes y holandeses lo solucionan poniendo impuestos y a nosotros, probablemente, para erradicar este mal habría que recurrir a la dolorosa castración otomana.
Esta última forma ha sido recomendada por su jefe de gabinete al Divino Pedro a aplicar a todos los varones que no tengan el carnet del PSOE y, en Italia, a quienes no acrediten fehacientemente no ser seguidores de Salvini.
Comprendo que se trata de un tema muy delicado y muy triste... El imperio romano contaba con el apoyo para su fortaleza con un tercio de esclavos y, en la época de la globalizacion, las mujeres pobres del ancho mundo son pasto de los feroces depredadores, todos nosotros y si eres latino mucho más...
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
