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Mi gran baza

miércoles, 23 de octubre de 2019
Aquella mañana fría de Bruselas ennegreció los pensamientos y abatió el ánimo del Divino Pedro. Siempre disfrutaba de estas reuniones internacionales y más ahora con los sucesos de Cataluña por ser foco de atención. Pasada la reunión era difícil conciliar el sueño, pensaba que tal vez los acontecimientos trágicos de la Ciudad Condal podían alterar los compases de la marcha triunfal hacia su soñada Moncloa.

El plan trazado era convertirme en el pacificador de Cataluña, ser el paladín de España, Mi gran bazaun nuevo Cid Campeador y el desenterrador del dictador, el campeón de la democracia y ser visto por la ciudadanía como un Super-héroe.

Sin embargo la primera parte se estaba torciendo y de bombero celestial mucha gente lo estaba viendo como piromano aficionado. Le aterró la idea que pudiera considerarsele como quien entrega la tea humeante al verdugo. Esta no era su proposito. Lo único qu deseaba era el placer de montarse en el Falconcrest y dedicarse a pavonearse por Plurilandia y medio mundo.

Menos mal que le quedaba su gran baza exhumar al tirano, revertir la historia de España,reivindicar los valores republicanos y de vencidos convertir en vencedores a los hijos de la República. Entrar en los libros de historia de forma triunfal. Enardecer a sus seguidores que gozosamente llenarán las urnas para perpetuar su gloria.

Mandó a su ministro del interior a Barcelona para sondear el horizonte y ver si se vislumbraba un período de calma que facilitara resaltar su gesta sin tener que compartir los titulares de los periódicos con los truculentos sucesos de Barcelona.

En su rueda de prensa estuvo muy firme y convincente en defensa de las fuerzas de seguridad del Estado. Por una voz estuvo impecable. Un gran Marlaska frente a otras ocasiones en que pintaba una idílica Barcelona. Esta vez cumplió con su deber.

Torra,el iluminado de Blanes, debería comprende mi situación y concederme una tregua para que la exhumación no tenga rival informativo. Naturalmente habría que concederle una contrapartida. Favor con favor se paga. Me defrauda pidiéndome diálogo no es el momento, ya llegaremos a las concesiones.

No las tenía todas consigo, si los incidentes se precipitaban podía mutar su figura de alfil de la democracia a vampiro sediento de sangre. Un Drácula de Pozuelo. Que horror, que a quien llamaban medio en broma medio en serio el Mandela de Pozuelo. Se sintió mal. Tuvo ganas de devolver.

Al pisar su Falconcrest volvió a sentirse seguro. Se puso las gafas de sol. Adoptó una postura kennediana y reflexionó que mañana amanece otra vez y que habría que vivir al día. Desechó las imágenes del día anterior no era un incendiario ni un Drácula, era solo un aventurero y como tal tendría que ser un resistente,un superviviente. Confió en la falta de buen sentido de los plurilandeses, que preferirían a alguien como ellos, un pícaro redomado. Sonrió y cerró los ojos disfrutando de su ensoñación heroica.

Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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