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Dietas saludables para un mundo sin hambre

jueves, 17 de octubre de 2019
Jeffrey D. Sachs, el prestigioso catedrático de la Universidad de Columbia de Nueva York, y Angelo Riccaboni, rector de la Universidad de Siena, nos envían un artículo con motivo del Día Mundial de la Alimentación que celebra la FAO el 16 de octubre, fecha de su creación en 1945. El lema de este año es "Dietas saludables para un mundo sin Dietas saludables para un mundo sin hambrehambre".

La preocupación de Angelo y Jeffrey gira en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y al acuerdo de Paris sobre el clima.

"Todas las empresas del sector alimentario, tanto productores como distribuidores, deberían adoptar pautas claras, métricas y estándares de informes para alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el acuerdo de París sobre el clima. Específicamente, cada compañía debe abordar cuatro cuestiones críticas.

Alimentar a un planeta de 7.700 millones de personas no es una tarea fácil. Cada persona en el planeta necesita, espera y tiene derecho a una dieta saludable. Todo agricultor requiere, espera y tiene derecho a una vida digna. Los aproximadamente diez millones de otras especies en el planeta han menester de un hábitat en el que puedan sobrevivir. Y cada negocio que produce, procesa y transporta alimentos precisa y espera obtener ganancias.

Es una tarea difícil, y no se está cumpliendo. Más de 820 millones de personas padecen hambre crónica. Otros dos mil millones sufren deficiencias de micronutrientes, como la falta de vitaminas o proteínas. Alrededor de 650 millones de adultos son obesos, una epidemia causada en parte por alimentos ultraprocesados que están rellenos de azúcar, grasas saturadas y otros aditivos químicos.

Pero los problemas van mucho más allá de la dieta y el hambre. Las prácticas agroindustriales actuales son la causa principal de la deforestación, el agotamiento y la contaminación del agua dulce, la erosión del suelo y el colapso de la biodiversidad. Para colmo, el cambio climático inducido por el hombre, en parte causado por el sector alimentario, está efectuando estragos en la producción de cultivos. Con más calentamiento y crecimiento demográfico por delante, la crisis empeorará a menos que se realicen cambios decisivos.

La industria alimentaria es una fuente inagotable de la economía global e incluye algunas de las marcas más conocidas, porque nos conectamos con ellas todos los días. Resolver las muchas crisis alimentarias que se cruzan entre ellas será imposible a menos que la industria alimentaria no cambie sus formas.

Afortunadamente, hay un importante rayo de esperanza. Un número creciente de compañías de alimentos comprende el desafío y quiere forjar una nueva dirección que sea coherente con la salud humana y la supervivencia planetaria. Algunos de estos líderes de la industria, convocados por la Fundación Barilla, nos han pedido que ayudemos a identificar los pasos necesarios para alinear el sector alimentario con el Dietas saludables para un mundo sin hambredesarrollo sostenible.

Nuestro punto de inicio es una otra fuente de esperanza. En 2015, todos los 193 miembros de las Naciones Unidas se acordaron por unanimidad sobre dos acuerdos vitales. El primero, llamado Agenda 2030, adopta 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, SDGs en inglés) como una hoja de ruta hacia el bienestar humano y la seguridad planetaria. Con el segundo, el acuerdo climático de París, los gobiernos del mundo se comprometen a tomar medidas decisivas para mantener el calentamiento global a menos de 1.5º Celsius. Tanto los ODS como el acuerdo de París requieren cambios decisivos en las prácticas de la industria alimentaria.

En nuestro informe, pedimos a todas las empresas del sector alimentario, tanto productores como distribuidores, que adopten pautas, métricas y estándares de informes claros para alinearse con los objetivos globales. Específicamente, cada compañía debe abordar cuatro cuestiones críticas.

Primero, ¿los productos y estrategias de las compañías contribuyen a dietas saludables y sostenibles? Sabemos que la cultura de la comida rápida nos está matando literalmente. La industria tiene que cambiar, urgentemente, para promover dietas saludables.

En segundo lugar, ¿son sostenibles las prácticas de producción de la empresa? Demasiadas empresas se dedican a la contaminación química, a los desechos masivos del embalaje, a la deforestación, al uso excesivo y poco adecuado de fertilizantes y a otros problemas ambientales.

Tercero, ¿son sostenibles los proveedores ascendentes de la compañía? Ninguna empresa de alimentos de consumo debería utilizar productos de granjas que contribuyan a la deforestación. La destrucción de los bosques en la Amazonía e Indonesia, literalmente un proceso de “tierra quemada”, subraya la necesidad de etiquetar todos los productos alimenticios para garantizar que se obtengan de granjas sostenibles.

Por último, ¿es la empresa un buen ciudadano corporativo? Por ejemplo, se deberían evitar las prácticas fiscales agresivas que buscan explotar los vacíos jurídicos o los procesos de aplicación débiles, ya que privan a los gobiernos de los ingresos necesarios para promover los servicios públicos y, por lo tanto, alcanzar los ODS.

Como parte de nuestro trabajo, examinamos las prácticas actuales de presentación de informes de la industria alimentaria. Si bien muchas empresas pretenden perseguir el desarrollo sostenible, muy pocas informan sobre la salud de sus líneas de productos o cómo sus productos contribuyen a modelos dietéticos saludables y sostenibles.

Muy pocos reconocen que son parte de la crisis ambiental, ya sea directamente en su propia producción o como compradores de productos producidos en puntos críticos ambientales como el Amazonas o Indonesia. Y las empresas no informan en detalle sobre sus prácticas fiscales. En resumen, el compromiso de la industria alimentaria con la sostenibilidad sigue siendo con demasiada frecuencia un noble sentimiento más que efectivos informes y monitoreo para garantizar la alineación con los ODS y el acuerdo de París.

Pero no somos pesimistas. En todo el mundo, los jóvenes exigen una forma sostenible y segura de vivir y hacer negocios. Creemos que las empresas también cambiarán. Después todos, las empresas necesitan clientes satisfechos, trabajadores motivados y el respeto de la sociedad como una "licencia para hacer negocios" tácita. Algunos de los casos que analizamos nos dan la esperanza de que el cambio sea posible. A medida que nuestro proyecto continúe en el próximo año, con el objetivo de trabajar con la industria para garantizar que el rendimiento, los informes y el monitoreo estén alineados con el desarrollo sostenible, mantendremos al público informado de lo que vemos y aprendemos.

El sector alimentario es una parte clave de una imagen más amplia. Los líderes mundiales se reunieron en la ONU esta semana para revisar el progreso, o la falta de él, en los ODS y el acuerdo de París. Deben tener en cuenta un hecho crucial: la gente del mundo exige cambios. Tenemos los conocimientos y la riqueza para lograr un mundo próspero, inclusivo y sostenible. El sector empresarial debe reconocer, reconocer y actuar con urgencia sobre sus responsabilidades globales."

La alimentación es cosa de todos, contribuyamos a luchar contra el hambre en el mundo.

https://www.project-syndicate.org/commentary/aligning-food-industry-with-sustainable-development-by-jeffrey-d-sachs-and-angelo-riccaboni-2019-09

Alessia Busi - alessia.busi@studio.unibo.it
Busi, Alessia
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