Por fin se abrieron los cielos y cayó abundante agua sobre Madrid para alegría de árboles y plantas y como promesa de suministro hidráulico para la poblacion.
Fue un día nefasto en Barcelona con las algaradas callejeras, cortes de carreteras, ferrocarriles y ocupación del aeropuerto del Prat ante la gozosa pasividad de los mozos
que solo les faltó abrazar y regalar flores y bombones a los manifestantes y que cuando dos mujeres muestran la bandera española y a una la golpean no detienen a los agresores sino que se llevan a las acosadas y agredidas.
Como buen país latino hubo un gran pasteleo y los condenados son conscientes de que dependiendo la ejecución de sus condenas de la Generalitat van a salir de rositas, por lo que pueden sacar pecho y hacer proclamas rimbombantes. Una farsa se hace verdad que en la historia primero es la tragedia y después la tragicomedia.
Todo ello en medio de la precampaña electoral y con repercusión incierta sobre el electorado. Al que no se le ahorran emociones con la prometida exhumación de Franco al que Carmen Igualdad con acritud de tigresa hambrienta llama siempre y con recochineo el dictador.
La familia Diplomática vivió una fiesta sudafricana en el Hotel Intercontinental "celebrando 25 años de Libertad y Diversidad Cultural", que consistió en una cena sentada con un menú tipo Master chef y bien regados con cava catalán, blanco sudafricano, un buen Rioja y un extraño licor austral de crema "Amerula" .
Yo no suelo comer en las recepciones diplomaticas, para desesperación de mi bella y lista asistente Ester a la que se le ponen los dientes largos ante las viandas que se pierde.
Comprenderéis que pasar de la comida nepalí, a la coreana o a la de Afganistán requiere un estómago a prueba de bomba. Asi que me limito a un par de copas de vino blanco, que dejo a medias, cuando suenan los himnos o la ocasión lo requiere.
La importancia de pasearse como un actor copa en ristre tiene que ver con la posición del brazo y de la mano, además de facilitar los repetidos brindis. Hago esta digresión para poner a mis lectores en situación.
En esta ocasión no podía esquivar la cena, ni marcharme pronto a la francesa había que practicar el arte del "small talk", de la conversación ligera y a poder ser chispeante evitando temas resbaladizos y espinosos.
Solo con el embajador de Turquía pude comentar la situación de Cataluña y la de los curdos en Siria. Mientras tanto seguía lloviendo y soplaba un fuerte viento. Tanta gente en gestas grotescas de tsunamis y de picnis democráticos, otros esquivando balas y
morteros en choque menos alegres y nosotros escenificando el Ubuntu africano, la fiesta del abracemosnos que orquestó Ludwig van Beethoven en su IX Sinfonía al final del cuarto movimiento. Mi amiga Chopin la malagueña menciona una grabación de Barenboim al frente de la Filarmónica de Berlin.
Ha dejado de llover a cántaros como en la trova y he conseguido pergeñar algunos actos y realizar contactos, una jornada más de un día de lluvia en Madrid, gracias Woody Allen, por tu chispeante y provocadora peli, mañana lucirá el sol de otoño y los animos en Barcelona estarán menos efervescentes, al menos así lo esperamos en Madrid.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
