Estaba pensativo el Divino Pedro su jefe de gabinete y factotum Iván le había dicho que como Pedro I de Pozuelo iba a ser el demiurgo de Plurilandia. No sabía que quería decir esa palabreja y tenía que preguntarle a Irene donde llevaba la hache para que no le pasara el lamentable error de ortografía de confundir la savia de los árboles con los sabios, que más da una uve o una be, cuando sea rey terminaré con esas tonterías si quiero que el pueblo llano me aclame cuanto más inculto más me querrán como le
sucede al bueno de Sanchoabalos, Irene ayúdame es be o uve.
Cuadrado le explica con infinita paciencia que demiurgo es el maestro, el supremo artesano, el hacedor y se refiere a Platón, que no es un plato grande como esos que te sirven en Asturias, sino un filósofo griego. Es verdad le insiste que al pueblo no le gustan los intelectuales, pero a veces si por ejemplo confundes a Platón con un plato gigante puedes rozar el ridículo, evítalo en la medida de lo posible le amonesta con dulzura, que los monarcas del tipo de Pedro I pueden ser peligrosos toda prudencia es poca.
Acaba de ser abucheado en el desfile del doce de octubre y este incidente le hace adoptar un rictus amargo, en cuanto me quite de en medio al relamido de Felipe y lo mande a Villalba a aprender galego con Don Xulio, tengo que organizar mejor estas ceremonias. En vez de escolta a caballo super héroes en patinete, en vez de llevar un obsoleto uniforme militar, una túnica romana y ceñir la corona de laurel y mi Begoña de Cleopatra, pero con la nariz operada. Me bullen las ideas tengo que convocar un Consejo de Ministros y por descontado filtrar a los asistentes con tres cordones de gudaris en homenaje a mi amigo Otegui, excluídos los de Vox, los de Podemos y los de Más País y detener cautelarmente a esos tres agitadores Abascal Iglesias y Errejón para que vayan con sus numéritos al zoo.
La exhumacion del dictador Franco,como le llama con su rintintin y su mal café característico, Carmen Igualdad y todas esas zarandajas de completar la democracia que suenan también me dice Irene, que lista es esta tía, que los españoles se han quedado huérfanos de su caudillo y que yo como demihurgo o dhemihurgo como se escriba tengo que llenar ese vacío y convertirme en el supremo hacedor de Plurilandia.
Con estos nobles pensamientos y no sin sobresaltos al escuchar muchos insultos que incluso zarandeaban a sus progenitores se dirigió impasible el ademán a la recepción del que pronto sería su Palacio real cuando la masa de ignorantes redomados y paniaguados rebosantes de agradecimiento proclamaran a los cuatro vientos que Plurilandia había echado a los Borbones y había instaurado a los Pozuelo y que el ejército era substituido por los Mossos de Escuadra.
Reviviendo fastos del pasado el prior del Valle de los Caídos sería quemado a fuego lento en la Plaza Mayor como signo de la tolerancia de la nueva dinastía de Pedro y Begoña de Pozuelo. Gloria por siempre al nuevo Cesar, el demiurgo.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
