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Apuntes para la difusión de la Numismática (1)

lunes, 09 de septiembre de 2019
Iniciamos hoy la publicación póstuma de una serie de artículos titulada “Apuntes para la difusión de la Numismática” escritos por Antonio Otero Míguez. Pueden verse más detalles sobre la vida y obra de Antonio en el artículo “El legado numismático de Antonio Otero Míguez”, publicado en Opinión de GaliciaDigital el sábado 1 de junio de 2019. https://www.galiciadigital.com/opinion/opinion.23006.php


Historia viajera de un denario

A solicitud de mi yerno Santiago (Santi) Rodríguez López, hijo del fallecido y siempre recordado escritor Manuel Rodríguez López q.e.p.d. y con el consentimiento de mi hija M. Carmen Otero Rolle, legítima poseedora de la memoria original que acompañaba a un DENARIO de la República Romana. Modesto regalo, más bien un sentimental presente, en la Navidad de 1992, fecha de la que guardo un grato e inolvidable recuerdo por lo que para mi armonía espiritual significó.

A continuación y dando cumplimiento a una promesa, transcribo, algo ampliada, la memoria que a mi hija dediqué, con paternal cariño, en tan señalada fecha.

Descripción de la moneda
Apuntes para la difusión de la Numismática (1)
Denario dentado
.- Moneda de plata, de 3.69 grs., con el canto en forma de sierra. Anverso.- Busto de Mercurio, a la derecha, con petaso alado, caduceo a la espalda y letra "N" detrás del petaso. Reverso.- Ulises regresando del viaje, apoyándose en un bastón nudoso con la mano izquierda y extiende la mano derecha a su perro Argos, que al reconocerle se le acerca jubiloso. C. MAMIL, a la izquierda y LIMEAN a la derecha.
H. A. GRUEBER.- Nos muestra catorce (series) variantes con letras y letras con punto diferentes, detrás del petaso.
S. W. STEVENSON, C. R. S. y F. W. M.- En su DICTIONARY OF ROMAN COINS, mencionan dieciocho variantes.

ACUÑADA por el monetario, de la familia MAMILIA, CAIVS MAMILIVS LIMETANVS

según H. A. GRUEBER en el año 83 a. de C.
según CRAWFORD en el año 82 a. de C.
según SYDENHAM en al año 82/81 a. de C.

HOMERO.- Algunos siglos antes de la acuñación de la mencionada moneda, en el magistral poema LA ODISEA - Rapsodia XVII, narra el regreso de Ulises (de la guerra de Troya y otras andaduras) a Itaca de la manera siguiente:

“Transfigurado en un viejo y miserable mendigo que se apoyaba en el bastón (que le facilitó Eumeo) y llevaba feas vestiduras... Argos al advertir que Ulises se aproximaba, le alagó con la cola y dejó caer ambas orejas... Entonces la Parca de la negra muerte se apoderó de Argos después que tornara a ver a Ulises el vigésimo año”.

Historia y leyenda de la familia Mamilia

Familia noble y emigrante, según se dice, procedente de Tusculum, o de Tibur y luego plebeya en Roma. Su pretendida relación con Ulises es evidente al considerarse descendientes de Telégono, hijo de Ulises y de Circe, fundador de las ciudades de Tusculum y Preneste.

La cabeza de Mercurio también se relaciona con el origen de esta familia. Ulises recibió de Mercurio la Hierba Moly (ajo), mediante el cual desafió los encantamientos de Circe.

El sobrenombre de LIMETANVS le fue dado a su ascendiente CAIVS MAMILIVS, tribuno del pueblo, en el año 164 a. de C., por la ley que se hizo sobre los límites de los campos.

Aclaraciones

De su regular estado de conservación se deduce un reducido interés numismático y escaso valor comercial. Nos queda, solamente, el agrado de contemplar su mermada presencia artística y el grato recuerdo de una interesante leyenda.

H COHEN la define así: Esta medalla (DENARIO) es una de las más bellas de la serie consular, respecto a su fácil interpretación.

Presenta dos incisiones en el anverso y un tajo de tijera en el canto, indudables marcas de controles que garantizan la calidad del metal.

En el año 268 a. de C., Roma introduce la acuñación de la moneda de plata y para este fin establece una oficina monetaria en el Monte Capitolino, junto al templo de la diosa JUNO MONETA. Como oficial representación responsable de esta oficina se nombraron tres magistrados monetarios, encargados de velar que la pureza del metal acuñado y el peso cumplieran con lo establecido por la ley.

Con la aparición del denario, la amonedación de la República Romana adquiere la definición que la caracteriza a lo largo de su historia.

Los primeros denarios de la República llevan la cabeza de Roma en el anverso y los Dioscuros a caballo, en el reverso; pronto sustituidos por la representación de Diana y Victoria en biga y más tarde por Júpiter y Victoria en cuadriga.

A lo largo de más de un siglo el denario conserva su forma sencilla y sagrada. Más tarde, alrededor del año 134 a. de C., los monetarios, que al principio identificaban sus acuñaciones con el anagrama personal y más tarde con la inicial de su nombre, empiezan a significarse en el reverso de la moneda, sea poniendo su nombre, incluso el sobrenombre con todas las letras, o con representaciones alusivas a parientes lejanos y aun, como en el presente caso, con la imagen de un supuesto antepasado suyo.

Los magistrados monetarios, designados con el nombre de TRIUNVIRI, se mantuvieron en activo hasta el año 5 a. de C. y normalmente, sobre la misma moneda. Sólo aparece el nombre de uno, pocas veces el de dos y, en muy rara ocasión, el nombre de los tres.

Denarios dentados

La razón por la que los romanos acuñaban denarios dentados no está ni clara ni resuelta. Se piensa si tratarían de imitar monedas cartaginesas de parecidas características y que eran muy apreciadas. Otros opinan que con ello trataban de hacer más difícil la falsificación, de ser así, con resultado poco o nada eficaz, ya que hay cantidad de denarios dentados que son forrados.

Yo pienso si se trataría de hacer más difícil la extracción de parte del metal de la moneda. De ser ésta la razón el resultado es igualmente dudoso. Aunque sabemos que se acuñaban piezas de idénticas características con notables diferencias de peso. Durante la acuñación parece que era de capital importancia obtener un determinado número de piezas para una cantidad señalada de metal y que había bastante tolerancia en la paridad del peso individual de las piezas obtenidas.

Tomada como referencia, para denarios de similares características al descrito, la importante cantidad que nos muestra A. Banti, vemos que su peso varía de 3.68 a 4.19 grs. y obtenemos parecido resultado con los catorce denarios mencionados de H. A. GRUEBER, cuyo peso oscila de 3.51 a 4.06 grs.

TACITO dice que este tipo de monedas gozaban de muy buena reputación entre los germanos.

ECKEL (según refiere H. COHEN) es del parecer que los denarios dentados estuvieron en uso del 190 al 99 a. de C. y F. GNECCHI dice que empiezan a aparecer algunos denarios dentados al principio de la amonedación de la plata con el símbolo de la rueda y que pronto desaparecen y reaparecen un siglo más tarde, para continuar hasta el final de la República, promiscuamente con las otras monedas de Orla regular.

Denarios forrados

Son los que debajo del revestimiento de una fina lámina de plata esconden el interior de bronce, plomo y alguna vez de hierro. Son bastante corrientes en la serie romana, principalmente durante la República. El principal responsable de este fraude es el Estado que, agobiado por dificultades financieras, autorizó su emisión.

Dice F. GNECCHI que la primera emisión oficial de piezas forradas mezcladas con las de plata pura fue acuñada para socorrer las necesidades del Erario durante la guerra contra Aníbal. Más tarde, en el año 91 a. de C., V.C.M. LIVIO DRUSO hace decretar al Senado la autorización para acuñar denarios forrados, en la proporción de uno cada siete de pura plata.

A causa del desastroso resultado producido por la desconfianza general en la administración pública, al final de la República y principio del Imperio, el Estado abandona esta práctica fraudulenta, excepto alguna emisión exclusivamente destinada a los pueblos bárbaros de Oriente.

Los denarios forrados son de idénticas características que los auténticos y difícilmente se distinguen a no ser cuando el recubrimiento de plata se rompe en alguna parte y entonces queda al descubierto el metal interior.

Antonio Otero Míguez
Julio de 1998

Bibliografía consultada:
- A. BANTI. Corpvs Nvmmorvm Romanorvm, 1980.
- D. R. SEAR (SEABY). Roman Coins, 1974.
- F. GNECCHI. Monete romane, 1935 - Reimp. 1981.
- H. COHEN. Descripción general de las monedas de la República Romana, 1996.
- H. A. GRUEBER. Coins of the Roman Republic in the British Museum, 1970.
- M. H. CRAWFORD. Roman Republican Coinage, 1991.
- S. DOMINGO. Catálogo general de la moneda romana, 1983.
- S.W. STEVENSON, C.R.S., F.W.M. Dictionary of Roman Coins, 1964.
- HOMERO. La Odisea.
Otero Míguez, Antonio
Otero Míguez, Antonio


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