En la feria taurina de Nuestra Señora de Begoña cuyo lema es "Pasión por lo auténtico" brillaron con luz propia dos grandes toreros: Morante y Perera. Este último, a mi juicio, triunfador de la feria y en el rejoneo, como siempre, Diego Ventura.
Con buenas entradas, aunque no se llenó el veterano coso del Bibio, que festejó su 126 aniversario, ante un público entusiasta y una nutrida representación de los impresentables antitaurinos.
Tuvo también una notable participación el diestro Álvaro Lorenzo que se lució en la corrida leonesa de la Quinta,la mejor de la Feria. El chorreo de orejas para Lorenzo fue inexplicable. Se trata de un joven diestro, muy valiente y clásico. Pero el toreo consiste en arte, emoción y no en pegar infinitos pases, por lo que apunta como meritorio para el resurgimiento y renovación de la fiesta al igual que Pablo Aguado con destellos de torrería aunque no sea certero con la espada,su asignatura pendiente.
Destacar también al novillero mexicano Isaac Fonseca que debutó con picadores y salió por la Puerta Grande. Bravo manito.
Entre las decepciones de esta feria de Gijón hay que citar a Paco Ureña que olvidó sus laureles de Madrid y vino en plan turista a disfrutar de la buena comida tradicional asturiana y de la playa gijonesa.
Otro tanto hizo el guapo José Maria Manzanares que parecía un bailarín de ballet en vez de un torero. El Juli y el maestro Ponce cumplieron sin más aunque brillaron "las poncinas" y el buen matar de Julián y un discreto Ferrera que salió
airoso sin más.
El que derrochó arte a espuertas fue Morante de la Puebla que, el pasado año no se molestó y, con todo el morro no dio un solo muletazo a un morlaco y lo envío a corrales. Esta vez acertó y dio unos muletazos soberbios cargando la suerte, de esos que te hacen humedecer los ojos. Qué galanura! Qué belleza! Eso es arte amigos.Un dechado de virtudes taurinas. Superlativo.
. Por su parte, el extremeño Perera que tiene su peña en Gijón, con un balcón de bellas majas ataviadas con todos los colores, demostró que el valor y el arrojo son indispensables para conseguir el milagro de la emoción. En su primero, que recibió de rodillas en los medios, le propinó cuatro pases espeluznantes y luego se prodigó en toda la suerte del Cossio dejando en un soberano ridículo a todos los diestros del unipase y a los que denostan la Fiesta con su pasividad que exhiben los maestros cuando no torean en plazas de primera.
Un Ureña que trata de ser El Juli no da la talla y produce el bostezo y bien que me pesa porque, como jurado del Centro Riojano, voté por él como triunfador de la Feria de Madrid 2019.
Estuve toda la feria junto a un conocido, veteranísimo crítico Manuel Molés, y su dulce pareja María, con la que protagonizó una excelente lidia amorosa ya que. esta feria propicia los amores.
Una última pincelada para un hecho bastante insólito: en la corrida de rejones actuaron tres caballistas portugueses Rui Fernández, Diego Ventura y João Telles toreando a la española.
Diego Ventura, al igual que Enrique Ponce, son muy queridos por la afición asturiana y Diego, cuya madre estaba en la plaza, demostró una vez más ser el número uno y el porqué de su rabo en la plaza de Las Ventas.
En fin, amigos, lo pasamos muy bien en Gijón y confiemos en que no prospere la emoción de prohibir los toros de los amigos de Podemos.Va de retro.
Joaquin Antuña- joaquinant@hotmail.com
