Hoy Lugo, con su muralla Patrimonio de la Humanidad, se engalana en este marco incomparable, como es el Círculo de las Artes, para rendir un merecido homenaje al lucense Carlos Luis Varcárcel Gay. Homenaje que le ofrecen el equipo de la página web www.lafotograficaband.net. Este acto personificado en el día de hoy es para dar continuidad al que le tributaron el pasado día 13 de diciembre a través de internet.
Hablar de Valcárcel, ya consagrado y reconocido a nivel nacional e internacional, como uno de los investigadores, creadores y maestro en fotografía artística, es motivo de orgullo para mí, más uno gozo y honor por tratarse de un amigo que estimo, aparte de la admiración que siento por su obra fotográfica.
De su persona, comienzo por decir, que es un hombre irónico, lírico, de retórica sutil y con una gran fuerza en su interior, que siente la necesidad de compartir con los demás sus inquietudes, ansias y vivencias referente a movimientos artísticos.
Valcárcel, antes de dedicarse a la fotografía, sintió gran pasión por el dibujo en el campo del cómic y aventuras lo que posiblemente haya influido como lenguaje mágico para la armonía y concentración de sensaciones. Esta mezcla de influencias de un medio de expresión visual, es para mí, lo que le lleva a reflejar su mundo interior a través de la fotografía ya que en sus imágenes fotográficas nada es gratuito ni casual.
Comienza su labor fotográfica a finales de los años 1950. Una década más tarde pasa a formar parte de la Agrupación Fotográfica Lucense, para utilizar las tertulias como medio didáctico y sumirse en ella, como todos los asistentes, a través de comentarios, revistas y libros al autodidactismo ya que en nuestra ciudad, no existían otros medios pedagógicos. La Agrupación fotográfica Lucense, galardona en su época, fue una verdadera escuela de aprendizaje entre amigos. Fueron años de maduración y afirmación para los lucenses aficionados a la fotografía.
A Carlos Valcárcel, la magia del laboratorio, en su inicio, le es facilitada por Benito Lázaro Rojo, compañero mío en la delineación en el estudio del arquitecto Don Ruperto Sánchez Núñez. Los tres éramos, también, socios de la Agrupación Fotográfica desde su creación. Los amplios conocimientos que Valcárcel va adquiriendo, a través de sus estudios, sobre el laboratorio, le permiten obtener un gran aprovechamiento a sus otras cualidades tras el clic, llegando incluso a la perfección de procedimientos técnicos de laboratorio, creando escuela.
En cuanto a su recorrido y a su oficio fotográfico nos encontramos con que sus imágenes nos hablan de la esencia de la naturaleza, el murmullo del mar, el silencio de las personas, el saber de la gastronomía, la sensación de las fiestas, la imagen urbana o el alma de la ciudad y de los pueblos, es decir, que lo suyo no es un simple clic, es la creatividad mediante la mirada enamorada de la imagen que observa a través de su cámara, sin dejar la adaptación de los objetivos, la película, la luz, la emulsión, el revelado... para llegar al positivado de los negativos en blanco y negro, sobre el papel fotográfico, mediante la ampliadora.
La trayectoria de Valcárcel es la de establecer, siempre, un diálogo con la fotografía desde una posición de honradez intelectual, asumiendo como única fuente su imaginación para llegar a la exigencia de la creación artística.
Dado que la fotografía constituye la evocación poética de su vida cotidiana, al inicio del siglo XXI, llegó a decir sobre la fotografía digital, incluso razonando, "que sería imposible sustituir la fotografía tratada en el laboratorio". A pesar de todo comentario, y a regañadientes, dada su inquietud ante la fotografía, le entra el gusanillo por las nuevas tecnologías. Comienza a estudiar el nuevo lenguaje fotográfico y toma la decisión de sustituir, por un tiempo indefinido, los procesos en el cuarto oscuro tradicional por los tratamientos a través del ordenador, es decir, dejar la fotografía convencional y pasarse a la revolución de la fotografía digital.
Tras diversas conversaciones, dados sus conocimientos, observamos que el gran maestro Carlos Valcárcel llega a la conclusión de que la fotografía convencional y la digital se complementan de buena manera y que ahora con las nuevas técnicas, aparte de otros tratamientos, le permite la aportación directa del color para aprovechar el naturalismo de lo real, reafirmando así sus sentimientos activos y subjetivos.
Como artista, Carlos, cuenta con innumerables premios y exposiciones, y ha formado parte de varios jurados por todo el territorio nacional. En el Museo Reina Sofía figura un video-disco representando su obra. Sus fotografías aparecen en diversas revistas, así como en el libro Historia de la fotografía, figura una mención de la francesa Marie Loup Souguez y, como no, en el último medio como es en internet.
Los más de cuarenta años de actividad fotográfica con cerca de ocho mil negativos dan mucho de que hablar, para resumirlo como he hecho con esta síntesis. Esa misma síntesis es mi humilde contribución al homenaje de Valcárcel, acompañándome Manolo de Miguel e Ismael Alonso, entre otros, que somos asiduos tertulianos con él. Para dar fin a mis palabras sobrepongo a mi orgullo el agradecimiento. Como lucense, en primer lugar, a Carlos Luis Valcárcel Gay por su enseñanza y labor artística; al equipo de la página web www.lafotograficaband.net, por la iniciativa de organizar este homenaje como reconocimiento de la valía del gran maestro Carlos Valcárcel, ya que seguimos, en nuestra ciudad, con la costumbre de dejar a los foráneos que nos enseñen el valor de lo que consideramos cotidiano por la proximidad de lo extraordinario; a todos aquellos españoles y extranjeros, que se unieron por otros medios; así como al Circulo de las Artes, escenario de la vida cultural lucense desde hace más de 150 años y a todos ustedes por su asistencia.
Muchas gracias.
Lugo, 19 de Enero de 2008
