Romance épico amoroso
miércoles, 14 de agosto de 2019
Retáronse don Sancho y don Tancredo
nobles y aguerridos gladiadores
en duelo heróico y singular
por disputar de una dama los amores
España se llamaba la doncella,
armoniosa, atractiva y bella,
engalanada con bandera bicolor
Don Tancredo ofrecióle, seductor,
una paloma blanca, de desplegadas alas,
símbolo de la paz y el amor.
Don Sancho apasionado y audaz
ofrecióle una rosa roja, fresca y primorosa,
como prueba de amor y castidad
Ambos con verbo embriagador
ofertaron a la dama eterno amor,
mas enzarzados en lucha fratricida,
provocaron de la dama, la discreta huida
La paloma y la rosa se agostaron
Y nuestra dama se quedó sin pretendientes
serios, honestos y cabales
capaces de satisfacer sus ideales.
Vázquez Liñeiro, José Ramón
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