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Psicosas: El veneno de una rosa

miércoles, 09 de enero de 2008
Al ajustar su cinturón de seguridad, Personaje Junior notó la molestia de la rosa olvidada en la solapa. Una tontería de la vieja ama de llaves. Dio un tirón para deshacerse de la flor y sintió el pinchazo de una espina en su dedo. Se llevó la mano a la boca para chupar la gotita de sangre de la herida e, inadvertidamente, aspiró la fragancia de los pétalos. Decidió conservarla en lugar de tirarla a la papelera y, así, aspirando el perfume de la rosa, se preguntó por el sentido del ritual de la vieja ama de llaves que, cada mañana, adornaba su bandeja de desayuno con una flor de temporada que luego prendía en el ojal de la solapa.

Una excentricidad de la eficiente mujer, sin duda; ella, siempre tan exacta como un reloj suizo con todos los pormenores de la casa. Desde que él era un niño bien pequeño, la buena de la mujer se había ocupado de todos los pormenores domésticos, ahorrándole a él un tiempo precioso para dedicarlo por completo a los estudios primero y a la dirección del imperio económico de la familia cuando le tocó heredarlo de su anciano padre, Personaje Senior.

Una rosa entre balances, proyectos, análisis financieros, gráficas bursátiles... un elemento ciertamente inútil pero que aportaba su nota de perfume a todo aquel árido paisaje. Mientras olía la flor, una oleada de calma inundó su ánimo; una especie de tranquilidad y... ¿agradecimiento? Sí, gratitud hacia la vieja ama de llaves por tomarse el trabajo de intentar alegrar su jornada laboral con la flor fresca de cada mañana.

En la otra fila de asientos, la secretaria, con las gafas caladas, revisaba informes y contratos, ordenaba citas y comidas de trabajo, se afanaba en organizarle la mejor agenda posible para que nada lo perturbara en su actividad decisoria al timón del emporio empresarial que él gobernaba. Así había sido, día tras día, durante los últimos años. Y, ahora que caía en la cuenta, él siempre se había dirigido a ella sin siquiera mirarla. Sintió el impulso de darle las gracias así que le tendió la flor al tiempo que, con una sonrisa, le recomendaba que dejara todo aquel papeleo para disfrutar un poco del viaje.

Se acercó hasta la cabina del piloto, siempre disponible a cualquier hora del día o de la noche para trasladarlo de costa a costa, como una flecha, en el ágil jet privado que era su segunda casa. Recordó vagamente que, el mismo día que había nacido el primer hijo del piloto, había tenido que ordenarle un viaje imprevisto al extremo del país y el leal aviador no había puesto un pero. Le dio una palmada en la espalda al tiempo que le preguntaba -con verdadero interés y por primera vez en la historia- por la familia y se disculpaba por su falta de consideración de otras ocasiones.

Personaje Junior tomó asiento en el lugar asiento del copiloto y pensó –por primera vez- en todo su equipo de colaboradores como personas con vida y sentimientos propios. Se daba cuenta de que era el dueño de una gran empresa; sí, pero no sólo por mérito propio sino gracias a la aportación de cada uno de sus empleados.

Le pidió al piloto que enviara un mensaje a los directores de todas las oficinas y sucursales:
Transmita en mi nombre a todos los empleados de su oficina y hágase usted mismo cargo del siguiente mensaje: MUCHAS GRACIAS.
Desde la cabina del aparato, la vista era espectacular. Personaje Junior, por primera vez, se sintió realmente en la cima del mundo


GRATITUD
Desde un punto de vista “erudito” podríamos diseccionar la GRATITUD en sus principios constituyentes de: reconocimiento intelectual del favor recibido, valoración personal del mismo y respuesta afectiva de conexión con la persona o entidad benefactora. Desde un punto de vista práctico, podemos considerar la GRATITUD como una virtud exclusivamente humana por medio de la cual somos capaces de conectar nuestras propias debilidades y necesidades con la presencia y generosidad de los demás, obteniendo como resultado -simultáneamente- un sentimiento de humildad y grandeza: humildad ante el reconocimiento de nuestras carencias y grandeza por la constatación de que alguien o algo nos entrega gratuitamente aquello que necesitamos, simplemente -y precisamente- por ser quien somos.

En todo caso, la GRATITUD es un componente esencial del entramado de las emociones humanas, una virtud con poder TRANSFORMACIONAL (convierte la adversidad en oportunidad, la tristeza en agradecimiento...) y con capacidad para reforzar nuestra unión con los demás y con la vida.

Podemos experimentar agradecimiento hacia las personas, los acontecimientos, la divinidad y por medio de la GRATITUD reforzamos nuestra vinculación con todos esos elementos. Además, cuanto más nos sumergimos en vivencias de GRATITUD, más elementos positivos inyectamos en nuestro depósito psíquico y, en consecuencia, más positiva se vuelve nuestra visión del mundo, nuestras expectativas y nuestro tono afectivo en general.

El agradecimiento es un elemento básico de la Psicología Positiva y, en la actualidad, muchas líneas de investigación psicológica se dirigen hacia la constatación de los saludables efectos -psíquicos y físicos- de la puesta en juego de la GRATITUD.


PROPUESTA
Nuestra propuesta de comienzo de año es convertir 2008 en el AÑO DEL AGRADECIMIENTO con el fin de recargar nuestro depósito emocional con amplias dosis de elementos positivos de manera que, a lo largo de los próximos doce meses, no nos falten recursos con los que abastecer nuestra salud mental, física y emocional y podamos contar con una nutrida despensa para alimentar nuestra autoestima.

En concreto, la primera propuesta consiste en realizar un recuento de motivos de gratitud, grandes y pequeños, desde consejos que pudieron haber cambiado el curso de nuestra vida hasta pequeños detalles que nos hacen la vida más agradable, e identificar al responsable directo de nuestro agradecimiento.

A la hora de poner en marcha este ejercicio es conveniente que prestemos especial atención a aquellos elementos normales y cotidianos de nuestra vida, a esas cosas o circunstancias que, por excesivamente habituales, hemos dejado de valorar pese a que poseen un valor evidente.

Podemos organizar el recuento de la siguiente manera:
ELEMENTOS DE GRATITUD: La tertulia con los amigos. GRACIAS A: Los amigos, que están siempre presentes
ELEMENTOS DE GRATITUD: El libro X. GRACIAS A: Fulano que me lo recomendó.

BIBLIOTERAPIA
En memoria y agradecimiento a dos grandes psicólogos fallecidos en el último tercio del año pasado:

Título: Pregunte a Albert Ellis. Ediciones Obelisco, Barcelona.
Composición: Pequeñas grageas sobre todos los temas del vivir.
Indicaciones: Primeros auxilios ante las demandas vitales, estados de confusión, indecisión, etc...

Título: El Arte de Amargarse La Vida. Autor: Paul Watzlawick. Edit. Herder.
Composición: Reflexiones caricaturizadas y serias sobre modos equivocados de enfrentarse a la vida.
Indicaciones: Como terapia de mantenimiento, refuerzo ante toma de decisiones, dudas vitales, etc...

FRASE DE ORO: "El hombre sabio no se lamenta por las cosas de las que carece sino que se alegra de las que posee". Epicteto.
Álvarez, Ramiro J.
Álvarez, Ramiro J.


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