Podemos o no podemos?

Mis primeros contactos reales con el movimiento 15 M tuvo un sabor agridulce. Fué en Santiago, el 30 de mayo de 2011, en la impresionante Plaza del Obradoiro, culminando mi último Camino de Santiago, desde Saint Joan Pied de Port. En dicha plaza, los peregrinos que han caminado un montón de kilómetros, en este caso más de 900 Km, durante un mes, tienen unos sentimientos íntimos de intensa emoción, alegría, satisfacción, fortaleza, y un subidón del ego por haber realizado lo que te parece una proeza sobrehumana insuperable. A pesar de la inmensidad de la Plaza se concitan cientos de sentimientos íntimos. Muchos lloran de emoción, otros se tumban agotados, pero el conjunto de peregrinos, es de alegría, intíma y colectiva y, a medida que van llegando los peregrinos, se funden en largos abrazos de amistad, se fotografían, se intercambian direcciones y teléfonos. Estas ceremonias o ritos se repiten todos los días conviviendo perfectamente con los vecinos, funcionarios, turistas, estudiantes, de esta céntrica Plaza del Obradoiro.

Y digo lo de sabor agridulce, por que al llegar, lo que vi, no me gustó nada, me pareció una violación indigna, ilegal e incluso herética, del espacio público. La Plaza del Obradoiro estaba ocupada por tiendas de campaña, tenderetes, pancartas indignadas contra el sistema, bancos, partidos, contra todo, y el famoso lema : “no nos representan”. Hacía ya días que estaba el camping instalado, sin las mínimas condiciones higiénicas, y sinceramente olía mal. Molesto, por la ingerencia mostrenca, que impedía el merecido ceremonial místico, profundamente espiritual, de la llegada de los peregrinos, después de un largo camino, que precede al sublime, impresionante y majestuoso balanceo pendular del botafumeiro y posterior abrazo ritual al apóstol, me picó la curiosidad por saber que hacía allí tanto joven acampado, ya que, al estar haciendo el Camino todo el mes de mayo, estaba “in albis” de lo que ocurría en el mundo, sin leer peródicos, sin ver televisión y sin hablar de política, mi cerebro estaba lavado y “reseteado”, sin virus, virgen de porquería informativa, como de fábrica, o como un monje de clausura estricta.

Me tropecé con una moza joven que salia de una tienda, que me comentó, con entusiasmo, que la ocupación de la Plaza del Obradoiro era, la misma que la de la Plaza del Sol , en Madrid y otras ciudades españolas y europeas, y que respondía a un cabreo de la sociedad azotada por una dura y larga crisis, ante la cual los partidos, de todos los sentidos y colores, solo respondían con medidas restringidas, que afectaban con contundencia a las clases medias, trabajadoras y a la juventud. Sostenía, con convicción indignada, que el monopolio de la política, ejercido por los partidos, no representaba ya a la sociedad, que se precisaba una política participativa que recogiera los deseos de los grupos más heterogeneos de la sociedad, como los que espontaneamente se habían manifestado en la plaza: anti corrupción , abusos bancarios y de grandes corporaciones, etc, cuyos intereses no eran tenidos en cuenta por el sistema cerrado de partidos, que, en todo, caso, los empleaban abusivamente como marionetas, o mercancía barata.

Le contesté que estaba totalmente de acuerdo, y que esta manifestación “espontanea” de grupos diversos: antisistemas, antimonárquicos, anticapitalistas, verdes, okkupas, nacionalistas, anarquistas, feministas histéricos, pro gays, lesbianas, transexuales, etc , en un movimiento, en principio apartidista, pero que sería absorbida por los partidos, y por tanto manipulada, adaptándola a sus intereses partidistas, y por tanto anulada en su filosofía y discordancia.

Tres años después, en enero de 2014, un grupo de profesores de la Complutense, de ultra izquierda marxista, ligados al dictador venezolano Chaves ideológicamente y por contratos de “asesoramiento”, y financieros, hacen un manifiesto “ Mover ficha: convertir la indignación en cambio político”, ( se ve la intención de absorber el movimiento 15 M ). En torno a Izquierda Anticapitalista, predicaban la derogación y/o modificación de varios artículos de la Constitución, cambio de monarquia por república,oposición a las políticas de la Unión Europea, salida de la OTAN, se posicionaban por la posibilidad de una Cataluña independiente, previo referendum, entrada libre de inmigrantes, anticlericalismo católico versus pro islamismo, etc,etc.

Asi nació Podemos, como un partido claramente marxista, antisistema, populista, anticapitalista y revolucionario. Ponían como ejemplo de las políticas que preconizaban y que había que implantar en España y en Europa, las que implementaba Chávez en Venezuela y Alexis Tsipras en Grecia. No les gustan a los de Podemos que se les recuerden sus inicios, y sus principios políticos , pero internet es una jodida leche. Esto es lo que realmente son y no la impostura mentirosa y equívoca, con la que hoy se presentan.

La irrupción de Podemos y confluencias en la vida política fué impresionante. A los cuatro meses de haberse fundado, saca cinco escaños en las Elecciones Europeas, y en la Generales de 2015 logra 69 diputados. En las encuestas del CIS sobrepasaba, en estimación de voto, al PSOE y rozaba al PP, segunda y primera fuerza. Creo que fué un fenómeno de cabreo generalizado, que precipita como voto a un partido populista antisistema. Fué, para Podemos, su momento de gloria, a partir de estar casi en el cielo, al intentar culminar el asalto, fué reduciendo su fuerza paulativamente, hasta hoy, que tiene 30 diputados.

Podemos entra como un tsunami en la política española, con su agresividad de lenguaje, su dominio de las redes sociales, su desprecio a la transición política y a las instituciones salidas de la misma, sus atuendos desenfadados provocadores, su escandaloso desprecio a las creencias religiosas católicas y a las manifestaciones de las mismas, a pesar de su arraigo popular, como las procesiones de Semana Santa, etc. Todo, de golpe, sin concesiones, querían asaltar el cielo, deja conmocionados, catatónicos e inermes, a los partidos tradicionales, PP y PSOE, la casta, nunca nadie les había dicho tantas verdades vergonzosas, crudas, juntas e insistentes, que amenazaban su propia existencia y minaba su credibilidad. No tenían respuesta ante tanta osadía, que no asimilaban. Estaban PP y PSOE catatónicos. Nos escandalizaron con sus amores con los separatistas catalanes, los abrazos con los etarras y la justificación de las actividades asesinas de ETA y apoyaban su relato de blanqueo, imponen su apoyo incondicional, su léxico y estética a los LGBT, a las feministas más extremas e histéricas, y sobre todo su pintoresca e irracional adoración y apoyo por el dictador venezolano Chávez y a su sucesor Maduro, solamente explicable por el agradecimiento de su generosas aportaciones, directas e indirectas, al partido y alguno de sus partidarios. Para mi Podemos y sus confluencias , son muy peligrosos para nuestra joven y débil democracia.

Con estos ingredientes todos los medios de comunicación, al ver que daba audiencia, pusieron su altavoces y pantallas a disposición de los dirigentes de Podemos. Miles de horas gratuitas de emisión, explican, en gran parte, el tremendo éxito de salida. Aunque más moderadamente, algún medio de tendencias de izquierda, sigue tratándolos más que bien.

Por sus hechos los conocereis, y vemos como en las pasadas elacciones los ciudadanos valoraron la gestión de los podemitas, dándoles un sonoro y rotundo suspenso. La desastrosa, sectaria y pachanguera gestión en los ayuntamientos de Madrid , Barcelona , La Coruña , Ferrol, Santiago, etc. no mereció el apoyo de los ciudadanos. Solo Kichi libra como alcalde de Cádiz y Colau es reelegida alcaldesa de Barcelona, tras un duro parto de coalición, como solución menos mala. Podemos pierde en estas elecciones cerca de un millón de votos y 68 diputados en las autonómicas. El tan cacareado progresismo de Podemos y sus multiples confluencias empieza a no apreciarse por muchos, en ninguna parte, entre los que me encuentro , ya que sostiene unas políticas, fracasadas en todo el mundo, sin excepción, que solo traen miseria para las clases menos pudientes y lo que es peor, merman las libertades ciudadanas, incluida la democracia , tal como la entendemos en Europa, En realidad son partidos muy reaccionarios que van ocultándose de un progresismo engañoso. Creo que no entienden como funcionan las sociedades y las economías occidentales globalizadas. No encajan en este mundo. Las sociedades occidentales y la economía globalizada, no tienen nada que ver con las visiones marxistas de hace 200 años y sus requerimientos de libertad y democracia las hacen incompatibles con las teorías del judío Marx. ( Digo lo de judío, por la fobia de los políticos de izquierda con todo lo judío y su estado Israel, apoyando incoherente y sistemáticamente a los antisemitas palestinos).

El asombroso ascenso al cielo, quedó intrerrumpido en las nubes, y desde aquel momento glorioso, todo fué bajar. Como era previsible, la primera dificultad era la composición de Podemos como conglomerado de muchos grupos con intereses distintos y cada uno con sus personajes con aspiración de liderazgo excluyente, dificultaba extraordinariamente, al grupo que aportaba el soporte ideológico, como la urdimbre que permitiera presentarse y actuar como partido, dirigir con coherencia aquel amasijo de lideres, intereses, objetivos, estrategias, alguna revolucionarias antisistema, y encarrilarlas a la gestión del sistema, sin experiencia alguna en gobierno de entidades públicas, en donde está todo reglado.

Esto explica el indiscutible fracaso en la gestión de los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, La Coruña, Ferrol, Santiago, etc, y también explica la diáspora de dirigentes, en el núcleo duro, del propio Podemos, tras sucesivas purgas leninistas, solo quedó el Lenin Iglesias. Al que discrepa abiertamente se le corta la cabeza, y los discrepantes soterrados están esperando la ocasión de cortarle la cabeza al jefe Iglesias. Es la historia clásica de los partidos comunistas.

Iglesias está en estos momentos en retiro espiritual, agarrado a la única y última tabla de salvación, genuflexo ante el Presidente Sánchez pidiéndole la Vicepresidencia para él y varios Ministerios, para sus últimos amiguetes, en el nuevo Gobierno. Pero Sánchez prefiere un gobierno monocolor, no quiere a Iglesias en el gobierno como rompepelotas permanente, y darle un caramelo en una institución o una Secretaría menor. ¿ Lo quiere Iglesias? ¿ Le sirve a Iglesias para salvar su cuello como mandamás en Podemos ? ¿ Puede ser Sánchez Presidente del Gobierno sin los votos de Podemos ?

Hay que esperar o ir al Oráculo de Delfos.