Queridos lectores ya se que el voto es secreto pero en esta ocasión el 26 de mayo voto contra la primera Republica española que el 8 de junio de 1873 aprobó en las Cortes Constituyentes el artículo primero que proclamaba "La forma de gobierno de la Nación española es la República democrática federal".
En once meses se sucedieron cuatro Presidentes Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. Un periodo caótico incluso con un cantonalismo del ¡Viva cartagena!
A este desastre sucedió una Segunda República que duró cincos años trufada de grupos armados de fascistas de falange española, de los anarquistas de la FAI y de brigadas comunistas. Un baño de sangre que culminó en una ignominiosa guerra civil.
Un aventurero mi querido Divino ha ganado las elecciones el pasado 28 de mayo obteniendo 126 escaños y presentándose como partido de centro con la pretensión de gobernar en minoria.
La fragmentación de las derechas, que obtuvieron más votos populares que las izquierdas permitió un Congreso y un Senado liderados por el PSOE.
Sin embargo el Divino y sus huestes pronto demostraron que eran un partido radical de extrema izquierda al decantarse prioritariamente en Podemos un partido populista comunista, que ha apoyado y adoctrinado al chavismo venezolano.
A más y más, como dicen los catalanes ha nombrado como candidatos a las presidencias de ambas cámaras a dos increíbles candidatos del PSC que han demostrado rápidamente
su sectarismo y por si no faltaba un afectuoso saludo entre el Divino y el pio Junqueras han quitado el antifaz a unos socialistas ebrios de poder que se pliegan a los independentistas catalanes.
Se proclaman federalistas, es decir recrear el Estat Cátala y parelelamente Euskadi, Galiza y me imagino Castilla haciendo añicos el artículo dos de nuestra Constitución de 1978 "la indisoluble unidad de la nación española"
Razones más que suficientes para no votar a esta gente, que se escudan en la lucha contra la desigualdad, el feminismo excluyente y el ecologismo para comenzar un proceso de disolución de la Nación española.
Si la táctica del Divino y su Ninfa Egeria Iván el Estratega de dividir y enfrentar a la derecha surtiera efecto no hace falta ser adivino para pronosticar en un corto plazo un estallido social no violento, acorde a nuestros tiempos, pero muy firme y determinado.
Estoy convencido que la mayoría de los españoles no desean resucitar la primera República y de paso atentar contra nuestras tradiciones y señas de identidad.
En un símil futbolistico en Sevilla un equipo lleno de coraje y pundonor derrotó al Barsa ante el vituperado Rey Felipe, lo mismo debe producirse en el resto de España.
Si se puede, Obama el santo negro dixit.
Joaquin Antuna - joaquinant@hotmail.com
