En un momento como el actual donde la preocupación por la sostenibilidad de la
actividad humana para proteger el medio ambiente y reducir los efectos del cambio climático ha tomado una relevancia tan grande, son muchas las iniciativas que gobiernos y administraciones públicas están poniendo en marcha.
Aunque son muchos los aspectos en los que se pueden introducir mejoras de sostenibilidad es en el consumo de agua donde parece que la Unión Europea actuará de forma más intensa en los próximos años. Para ello ha decidido poner en marcha un plan de actuación con un doble objetivo: reducir el consumo de agua embotellada y aumentar las fuentes de agua en todo tipo de entorno públicos como aeropuertos o centros comerciales.
Mejorar los estándares de calidad del agua del grifo, el primer paso
Tal y como ha podido conocer la Unión Europea en una encuesta realizada entre ciudadanos de todos los países existe un amplio porcentaje de ciudadanos, un 45%, que consideran que los estándares de calidad del agua del grifo no son los adecuados para el consumo y por ello usan agua embotellada de forma habitual para su consumo.
Los datos son todavía más duros si hablamos del consumo de agua del grifo en entornos ajenos al hogar, donde solo el 20 por ciento de los europeos afirma beber agua del grifo fuera de casa por considerar que puede poner en riesgo su salud y su seguridad. Para combatir esta situación, la Unión Europea ha aprobado una directiva en la que se incrementan las exigencias para considerar el agua del grifo como apta para el consumo humano.
En esta nueva directiva se endurecen los criterios actuales en cuanto al número de sustancias que son consideradas como nocivas reduciendo a la mitad la concentración en agua permitida, se limita el número de bacterias presentes en el agua y se introduce como novedad una revisión sobre la presencia de microplásticos en el agua. El objetivo no es otro que transmitir a los ciudadanos europeos que beber agua del grifo es algo seguro.
Las fuentes de agua en lugares públicos: un objetivo prioritario
Conscientes de que uno de los mayores consumos de agua embotellada se da fuera del hogar, la UE está convencida de que, además de mejorar la calidad del agua de la red pública, la instalación de fuentes de agua en lugares públicos puede ser una de las soluciones más interesantes para reducir el consumo de agua embotellada.
Este tipo de fuentes de instalación a la red, como las que se pueden encontrar en
www.canaletas.com, fabricante con más de 50 años de experiencia, pueden contribuir a reducir el consumo de agua embotellada en los próximos años. Cada vez será más habitual encontrar fuentes de agua en lugares públicos que facilitarán el acceso al agua a los consumidores europeos. Los resultados que se esperan conseguir son muy beneficiosos, tanto a nivel económico donde un vaso de agua de la red cuesta apenas 0.002 euros; como a nivel medioambiental por las reducciones en las emisiones de CO2 a la atmósfera y por la reducción en los desechos plásticos producidos por el hombre.
A día de hoy los ciudadanos europeos consumen hasta 106 litros de agua embotellada al año por persona, algo que también supone un esfuerzo económico para los hogares puesto que los precios pueden ser de 10 a 50 veces superiores al del agua del grifo y con los cambios que se van a poner en marcha el ahorro podría ser de miles de millones de euros en toda la UE.
Es algo que además ha despertado el interés y la aprobación de buena parte de la ciudadanía, ya que iniciativas como Right2Water, con 1.8 millones de firmas recogidas, han puesto de manifiesto cómo ciudadanos dela UE están concienciados sobre la importancia de incrementar el uso de la agua de la red.
Empresas del sector de las fuentes de agua y dispensadores se están preparando para ofrecer y asesorar a sus clientes en la mejor opción tanto en fuentes de agua de la red o fuentes de agua de botellón conforme las diferentes necesidades y circunstancias de cada usuario.
