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Trump un Superhéroe letal

jueves, 11 de abril de 2019
El 25 de marzo de 2019, la creciente rabia mostrada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, puede deberse en parte al deterioro cognitivo, como lo sugiere, por ejemplo, su pérdida de capacidad para formar oraciones completas, usar palabras Trump un Superhéroe letal complejas y mantener una línea de pensamiento coherente. Pero lo que sí es seguro es que Trump está poniendo en riesgo al mundo.

En Nueva York los profesionales de la salud mental entre otros, han estado tratando de advertir al público sobre los peligros del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, desde su elección. El narcicismo extremo de Trump, el sadismo, la falta de empatía y la admiración por los déspotas, están en exhibición a diario con su discurso político. Algunos pueden desear verlo como un payaso absorto en sí mismo, pero es un peligro claro y presente para el mundo, a quien se debe evitar que lo lleve (o lo engañe) al desastre.

Con la publicación del informe del asesor especial Robert Mueller, los peligros se han multiplicado enormemente. Si bien no hemos visto el texto real, solo una versión del mismo hecha por el aliado político del presidente, el Fiscal General de los Estados Unidos, William Barr- la supuesta conclusión de Mueller de que Trump no se confabuló con el presidente ruso Vladimir Putin - probablemente animará a Trump a atacar. Lo que hace que la afirmación de Mueller sea especialmente desastrosa es la realidad de esta colisión tácita que nos mira a la cara. Trump dirigió su campaña de 2016 mientras intentaba secretamente obtener un mega-trato inmobiliario en Moscú (y, como de costumbre, mintiendo al público). Él se pronunció públicamente sobre la cancelación de las sanciones contra Rusia mientras a su vez, proseguía con este acuerdo.

Trump con ello, se sentirá complacido en su vengativa y delirios de grandeza. En las últimas semanas, Trump se burló repetidamente de un senador estadounidense que estaba muerto y no pronunció ni una sola palabra de arrepentimiento por los 50 fieles musulmanes asesinados en Nueva Zelanda por un supremacista blanco que se refirió específicamente a él en el manifiesto que justificaba la masacre. Cuando le critican, Trump se pasa días luchando contra sus enemigos en Twitter. A su vez, utiliza los mítines y otras ocasiones públicas para modelar una política que considera al humanitarismo y la compasión como debilidades en lugar de como valores humanos fundamentales.

La creciente rabia de Trump puede ser en parte el resultado de un deterioro cognitivo. Con el tiempo, por ejemplo, su capacidad para formar oraciones completas, usar palabras complejas y mantener una línea de pensamiento coherente parece haberse erosionado. Además, hay historia documentada de la demencia de su padre.

Lo que sí que es seguro es que Trump está poniendo en riesgo al mundo. Ahora se ha retirado de dos tratados nucleares, uno con Irán, que fue aceptado por todo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio con Rusia, vigente desde 1988. Su diplomacia absurdamente incompetente con Corea del Norte está hecha jirones, y ahora están alerta de una nueva ronda de pruebas nucleares.

Bajo el mandato de Trump, solo el gobierno de los Estados Unidos entre los 193 países miembros de las Naciones Unidas ha rechazado el esfuerzo global para combatir el cambio climático, dejando a los estadounidenses sin un liderazgo sano a medida que las crisis climáticas crecen con intensidad. Su respuesta al huracán María, que dejó más de 3.000 muertos en Puerto Rico, fue de desprecio y negligencia hacia las víctimas, al igual que su respuesta a los incendios que devastaron California el año pasado, reclamando docenas de vidas e inundaciones que ahora causan pérdidas catastróficas en todo el Medio Oeste.

La visión del mundo de Trump, se refleja en los extremistas blancos de todo el mundo. Los datos muestran un aumento de los crímenes de odio en los Estados Unidos desde el día después de su elección, incluyendo una duplicación en el número de asesinatos de supremacistas blancos, así como el acoso escolar generalizado en su nombre y un número récord de tiroteos masivos y asesinatos con armas. El asesino de masas en la sinagoga de Pittsburgh, el “bombardero” que intentó asesinar a los principales demócratas, y el reciente tirador de mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, son todo ejemplos de la influencia de la cámara de eco de la violencia de Trump. Durante su campaña, se jactó de que podía “Pararse en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien” y no “perder votantes”. Desde entonces, ha apoyado repetidamente el comportamiento violento a través de burlas, incitación y, más recientemente, una advertencia que sus seguidores armados podrían entrar en acción a su orden.

Este tipo de relación sádica entre líderes y seguidores ha costado millones de vidas en el pasado y ha sumido a los países en la guerra y la ruina. Pero nunca antes se había desarrollado en un país que posee miles de armas nucleares y tropas en más de 100 países de todo el mundo. Sin embargo, incluso ahora, muchos continúan confundiendo la atracción de Trump con la violencia como meras tácticas políticas, en lugar del producto de una mente trastornada.

Desde el inicio de su administración, Trump ha seguido el manual autoritario al intentar gobernar por decreto, como se observa recientemente a través de su temeraria declaración de los poderes de emergencia para poder construir un muro en la frontera estadounidense con México. Por ello, hay que frenarlo antes de que inicie una guerra, tal vez con Venezuela o con Irán, o antes de que sus partidarios armados intensifiquen la violencia contra sus oponentes políticos. La campaña de 2020 podría convertirse Trump un Superhéroe letal fácilmente en una campaña de violencia callejera por la instigación de Trump.

Teniendo en cuenta esta evaluación, y el propio comportamiento de Trump, deben tomarse cinco pasos de actuación sin demora.

Primero, la Cámara de Representantes debería iniciar las audiencias necesarias para su destitución. Trump es responsable de las mismas ilegalidades del financiamiento de su campaña, que están enviando a su antiguo abogado, Michael Cohen, a la cárcel. Ha quebrado repetida e imprudentemente las leyes fiscales y financieras a través del lavado de dinero, las valoraciones falsas de los activos, y el pago crónico de los impuestos. Además de que la publicación del informe completo de Mueller puede agregar más motivos para su acusación.

Segundo, el Congreso debe reclamar urgentemente el derecho constitucional claro e inequívoco de declarar la guerra. Lamentablemente, el Congreso ha cedido efectivamente esta autoridad al poder ejecutivo. Sin embargo, la capacidad para iniciar una guerra, especialmente en el caso de una potencia con armas nucleares, nunca debería confiarse a una sola persona. Esto tendría que ser así incluso si los Estados Unidos tuvieran un presidente adecuado y racional.

Tercero, los expertos en salud mental deben cumplir con su responsabilidad de proteger la salud y la seguridad de la sociedad, explicando públicamente, cuando sea necesario, que Trump no es solo un político engañoso, o un líder poderoso, sino un individuo mentalmente inestable capaz de crear un daño generalizado. Es tanto su derecho como su obligación profesional, el proporcionar esta información que permita a los legisladores proteger el país.

Cuarto, los medios de comunicación deben ir más allá de sólo abarcar el estado de ánimo diario de Trump, sino mostrar su inestabilidad mental. La verdadera historia no es solo que Trump miente sin descanso, o que es cruel e intolerante, sino que es una amenaza para los demás.

Por último, los estadounidenses deben organizarse políticamente para evitar otra catástrofe electoral en 2020, quizá una en la que Trump intente avivar a través de gritos de fraude y que llame a sus seguidores a violar las reglas de la democracia. Si Trump no es acusado (como debería ser), se debe hacer todo lo posible para preservar la democracia y proteger la sociedad de su destructividad.

Cintia Sanz Hoya - cisanz@ucm.com
Sanz Hoya, Cintia
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