Amigos estamos cloroformizados y asistimos indiferentes a horrendos asesinatos rituales protagonizados por okupas, que en la cultura oficial anarquista libertaria, estan muy bien vistos, de un hijo que se come a su madre y asistimos impertérrito a la última azaña de Carmena y su equipo al apoyar una obra teatral grosera que atenta contra los sentimientos religiosos de todos los creyentes de las religiones del libro.
Se representa la obra financiada y promocionada por el ayuntamiento de Madrid "Dios tiene cabina" que consiste en una parodia burda de la Semana Santa con costaleros y penitentes desnudos. Me envían sendos manifiestos mi querido amigo Alfonso Ramonet y mi editoria Lidia González ni que decir que los firmo y redactó esta nota de protesta.
Se que esta deleznable obra encantará a todas esas manifestantes que el ocho de marzo repetían lo de que hay que quemar la Conferencia épiscopal. Para ellos será como miel
sobre hojuelas.
Ahora que el Divino Pedro quiere revivir la Republica, sin decirlo todavia, se promueve resucitar el anticlericalismo, es lo que llamo la nueva caverna, el volver al pasado "desenterrando" no solo al dictador sino a todo lo peor de nuestro pasado reciente.
Cuando una alcaldesa frívola y militante como Carmena se atreve a comparar a San Isidro con el Orgullo despreciando siglos de tradición se puede esperar todo y cuando su portavoz se ha desnudado en una capilla y preferido gritos de hogueras y vilipendio contra nuestras creencias tenemos que horrorizarnos por quienes embadurnan con su estierco mental nuestras instituciones madrileñas.
La libertad de expresión no consiste en burlarse de la divinidad y el sagrado. La creatividad debe elevar al ser humano y no embrutecerlo. Soy contrario a la censura, pero repruebo que se utilicen las libertades de las que estamos muy orgullosos en fomentar el fanatismo de quienes atizar el odio y promueven la chabacanería y la vulgaridad.
Este empeño del Divino Pedro de hacernos regresar a los años treinta y a nuestra guerra civil puede suponer soplar sobre cenizas todavía espumeantes e incendiar a Plurilandia.
Dios es belleza y Juan Pablo I exclamó en la Plaza de San Pedro "Dio è donna" Dios es mujer!!!
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
