El Divino prepara sus mítines y discute con su asesor Iván Redondo, su Ninfa Egeria, su
vestuario. Tienes que ponerte una piel de Cordero que te tape bien entero, que no se vean las pezuñas. De su estancia en Extremadura cuando se ocupaba de la campaña del bombero a Iván se le ha quedado un regusto por el ganado porcino. Garras le corrige el Divino.
Envían a un secretario confidencial a Cornejo encargándole un disfraz de Carnaval grande muy grande interviene Begoña para el Divino, que oculte sus garras entre zorro y lobo. Se discute que tipo de cordero y se acuerda que sea de raza merino, para promocionar la Marca España de Irene Lozano, que es una excelente "negra" de libros.
Parte el propio para Cornejo y allí se pasa toda la mañana rebuscando entre miles de trajes. No revela el nombre de su señorito, solo indica para disimular que a su cliente le ha salido un extraño sarpullido en sus extremidades y quiere cubrirlas completamente. Se trata del herpe colonibus.
Sospechando que se trata de alguien muy principal por el coche oficial aparcado en la puerta le eligen tres modelos para que se queden con el que mejor se acomode a este extraño cliente. Pasa por la mente del dependiente el pasaje bíblico de Caín y Abel. Por prudencia no dice nada. No vaya a tratarse de alguien de Hacienda.
A la vuelta para en el Zara de Princesa para pedirles si les queda alguno de sus famosos abrigos de piel de cordero, que se cotizan a 500 euros. No encuentran la talla adecuada, ni un abrigo femenino, que sin duda sería del agrado de los LGTB, no le parece adecuado, pues en fin no se puede hilar tan fino, de todas formas se lo consultaría a Iván.
La prueba de los modelitos la hace el Divino Pedro ante un gran espejo y prevé que hará falta otros abrigos para todos los líderes autonómicos, con doble forro para Iceta el bailarín. Ivan llama por teléfono a la sastrería Cornejo y pide un presupuesto con rebaja y les recuerda, siempre pelota, que fue admirador
de su fundador Humberto.
En el Consejo Territorial, días después, se celebra un desfile informal de modelos pecuarios con ribetes y aderezos regionales, el candidato asturiano puede utilizar la montera picona, al castellano manchego un castoreño como los picadores por su casticismo, el aragonés el cachirulo y así todos los demás, que hay que preservar el espíritu autonómico se desgañita el Divino que recomienda tocar a Iceta con una berretina de lujo.
Así transcurren los alegres días de los padres de la patria en la Corte de los Milagros.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
