Mientras la tragicomedia de Venezuela sigue su curso con el enfrentamiento entre el
Tirano Banderas y su joven Libertador en Estados Unidos la iniciativa de Trump de anunciar la retirada de Siria ha levantado una gran polvareda política.
Jeffrey Sachs aboga por una solución diplomática y crítica la postura miope de sus amigos demócratas de impulsar H.R.31, una propuesta de ley que pretende sancionar a Siria y a sus aliados Irán y Rusia.
Estima positiva la decisión de Trump de dar carpetazo a la operación "Timner Sycamore" e iniciar una vía diplomática para solucionar el conflicto sirio. Es inútil tratar de sustituir el gobierno de Asad por otro proamericano. Sachs lo juzga irrealizable.
Las sanciones servirían tan sólo para enconar el conflicto y tendrían repercusiones muy negativas para los curdos, que son aliados de Estados Unidos, pero que colaboran con Asad en las operaciones anti ISIS.
Por otra parte es necesario evitar que el vacío que dejará la retirada americana deje espacio a los yihadistas. Estamos ante una situación que exige hilar muy fino y abandonar las maniobras de la CIA, que han tenido resultados catastróficos.
Es la hora de la diplomacia para una región mártir, que exige la labor de estadistas y no de bayonetas, que recordemos sirven para todo, pero no para sentarse sobre ellas.
En una de sus frases famosas el gran Ike dijo "Odio la guerra como sólo un soldado que la ha vivido puede hacerlo, solo como quien ha visto su inutilidad, su futilidad, su
estupidez".
Por tanto no a las sanciones, que empeorará las condiciones de vida de los sirios y echarán aceite al fuego. Basta ya de martirizar a Siria. Hay que esbilizar la región e impulsar una vigorosa reconstrucción, que traerá consigo la vuelta de los refugiados.
No hay que demonizar a Trump, incluso los peores locos, tienen momentos de lucidez, como ahora en Siria y también en Venezuela.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
