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Estupefacción

lunes, 07 de enero de 2019
Vengo defendiendo publicamente mis ideas en las redes sociales , en mi bog y en Galicia Digital, aunque vea que a mi alrededor pocos las compartan, por lo menos
explícitamente, especialmente en el entorno de la política.

En lo referente a la lucha contra la corrupción estructural institucionalizada señalo siempre tres pilares:

1- La excesiva politización del sistema. Los políticos, que ocupan el poder, a cualquier nivel, se cuelan por capilaridad en todo el entramado de instituciones, ocupando, de facto, todos los puestos, incluido los de bedel, camuflándolos bajo la pretendida “prestigiosa” denominación de asesor, con una suculenta remuneración, de tres o cuatro veces más importante que la de los funcionarios titulares. La diarrea de nombramientos al ascender al poder un partido es el pilar fundamental de la corrupción institucionalizada y del desgobierno en las instituciones. Es impropio de las democracias occidentales que se basan en unas administraciones altamente profesionalizadas y tecnificadas, dejando la acción política
en el nivel que, por necesidad, le corresponde. El sistema es ineficaz y carísimo.

2-La avidez rapiñenta de políticos, partidos y sindicatos. La política emponzoña las instituciones absolutamente, cambiando el objetivo y la razón de ser de la institución,
para ser ella el objetivo y la estrujan monetariamente, en sueldos, personal de confianza, coches, gabelas, privilegios, y gastos suntuarios y personales . El interés del partido de
mantener el poder, se superpone a cualquier cosa y a toda costa. Hoy no tiene ningún sentido seguir financiando a los partidos y sindicatos y a sus fundaciones y derivados. Su
injustificado, absurdo, y enorme tamaño , provoca no solo problemas financieros, que hay que solucionar en blanco o en negro, como sea, si no que, el núcleo duro de los mismos
es el que promociona a sus empleados más leales, para formar las listas cerradas a las elecciones, y para ocupar puestos en instituciones, con independencia de su valía,
experiencia, formación , etc. Esta selección negativa , mantenida mucho tiempo, nos lleva a la actual situación de cúpulas de partido de categorías personales de muy bajo nivel, y en caída libre, sin experiencia en el mundo laboral o administrativo, por lo que alguno tiene que adornarse con licenciaturas, másteres, de regalo, o inflar sus currículum con puestos rimbombantes e imaginarios en misiones internacionales, etc, todo ello abusando, ad nausean, de las instituciones y administración del Estado, como son las Universidades, aún a costa de su prestigio.

3º-Desde los poderes legislativos y ejecutivos, central, autonómicos y locales, conscientemente, se ha ido desmontando , cada uno dentro de sus competencias, la
eficacia de los controles jurídicos, financieros y técnicos que garantizaban la correcta tramitación de los expedientes, incluso paralizándolos cuando se advertían irregularidades
e ilegalidades graves, hoy dichos expedientes, con dichas advertencias de ilegalidad, siguen su curso hasta su aprobación por los órganos competentes, y solo emergen en un contencioso o en algún procedimiento penal, y todos se echan las manos a la cabeza ante tales animaladas. La práctica abusiva de sacar los procedimientos del ámbito administrativo para eludir los controles, creando lo que se denomina una administración paralela, se ve perfectamente en las administraciones autonómicas y locales. Todos conocemos casos de corrupción, que nos conmocionan y escandalizan y como la justicia esta condicionada por los aforamientos, politización y especialmente por la eternidad de sus procesos, es posible que los corruptos salgan bastante bien y con lo robado en sus bolsillos.

Todo esto que vengo denunciando, en mi blog, prensa digital y radio, junto a otra mucha gente, desde hace años, a pesar de que creíamos que predicábamos en el desierto, a
través de los distintos medios de comunicación, ha ido calando en la conciencia ciudadana, y hoy se aprecia una profunda desafección total por parte de la ciudadanía, de la política y de los políticos, de los sindicatos y de los sindicalistas, de las instituciones y de sus cargos
representativos, etc. Nadie cree que toda esta patulea nos va arreglar nada de nada, de lo que en verdad, nos afecta y preocupa, como no sea subir los impuestos y aumentar el
gasto corriente de “ funcionamiento” y sus remuneraciones.

Los políticos piensan que la gente es esencialmente tonta , y que no se da cuenta de nada, pués no es así.

Los ciudadanos nos manifestamos por temas que nos afectan directamente, sin la movilización de partidos ni sindicatos, pongo por ejemplo los pensionistas. Ya votamos
no ideologicamente, sino en contra de partidos clásicos que han ocupado el poder y abusado de él, hasta la nausea, la irrupción de Podemos, las elecciones andaluzas últimas, la
explosión de VOX, la reacción cívica catalana, etc. Los políticos no entienden nada de lo que pasa, para ellos es ilógico, no saben reaccionar, y tienen pánico, ya que están en peligro sus sinecuras, sus privilegios, sus tinglados y sus cortes de sicarios que, irremediablemente, tendrán , salvo raras excepciones, que irse al paro, y muchos políticos tendrán que comprar en el super papel higiénico , porque no habrá ya nadie que les lama el culo. Se derrumba su
mundo, que ha cambiado y ellos siguen con sus batallitas de poder y de chupar.

No es este un fenómeno español en exclusiva. La globalización generada por los embates tecnológicos que suceden progresivamente, cada vez más rápido, han provocado una crisis tras otra, destrozando las clases medias clásicas, que daban estabilidad a los países,
mientras las castas políticas y sindicales ni se despeinaban, seguían sentados, como antaño, al amparo de las faldas de la mesa camilla política, calentitos con su brasero encendido, jugando a su tute particular , mientras las necesidades de la población cambiaban, se empobrecían, y rumiaban su cabreo sordo, hasta que explotan, violentamente.

Los chalecos amarillos en Francia surgen inopinadamente por un simple aumento en los precios del gasoil. Los políticos y sindicalistas, se miran asombrados, porque no saben nada, no están organizados por nadie visible, no tienen representante, ni programa reivindicativo, pero son de una violencia extrema, ya que cuentan con con el apoyo de los violentos herederos ácratas de la comuna, que se apuntan a cualquier manifestación, para arrasar todo lo que encuentran, sea público o privado. El cabreo contra la política, los políticos, los sindicatos, el poder, es tal que Macron cede y promete no subir el gasoil, pero siguen las
violentas manifestaciones en todo Francia, ya Macron no entiende nada y sube el salario mínimo a costa de los presupuestos, y otras gabelas, pero siguen las manifestaciones con más violencia, y Macrón, catatónico, reune a sindicatos y patronal, que tampoco saben nada, ni tienen nada que ver con lo que ocurre, y siguen las manifestaciones. Macrón no entiende nada , ni que el mismo, que no tiene ni partido, ni grandes apoyos institucionales, fué en parte fruto de ese movimiento de defensa civil. En Holanda y varias antiguas repúblicas soviéticas se han producido también manifestaciones violentas, que fueron durísisimamente reprimidas por los respectivos gobiernos, que no entendían nada, ni por que se producían, ni por quién estaban organizadas, ni cuales eran las motivaciones reales, ni que reivindicaban los ciudadanos. En USA , México, Brasil, surgen con vigor mayorías inesperadas, que darán un giro inesperado a las relaciones internacionales.

Los políticos están “ acogotados” ante unas elecciones, no saben lo que votarán sus ciudadanos. Surgen con fuerza inaudita populismos , extremismos de izquierdas y
derechas. Hay que aclararles que la ciudadanía ya no los soporta más, que ya no sirven ni los antiguos políticos, ni los clásicos partidos, ni las antiguas políticas, ni la forma de gobernar, cara, derrochadora, elitista e ineficaz, que las políticas de izquierdas y de derechas , lo único que hacen es empobrecer a la clase media trabajadora. O cambian o los cambiamos.
Figueroa, Rosendo
Figueroa, Rosendo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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