El encuentro en Madrid de quince mil jóvenes convocados por la Comunidad de Taizé este fin de 2018 remueve en mi todo un mar de recuerdos, que se remontan al origen de mi organización Paz y Cooperación.
Demos de lado a la inocentada del Divino Pedro con su rueda de prensa esperpéntica del
día 28 y vayamos a lo que para muchos es la fuente de la espiritualidad enraizada en Europa, lo que motivó a Joseph Ratzinger a elegir como nombre de su Pontificado Benedicto XVI.
Tuve la dicha de conocer y entrevistar al Frére Roger el monje suizo protestante que en 1940 fundó en la localidad de Taizé en Francia, situada entre la Francia de Vichy la de Hitler, su movimiento ecuménico de espiritualidad. La ocasión que ya he descrito en mi libro "El arte de crear una ONG" fue en Florencia en un encuentro, que marcó la senda de mi activismo social, en años en que estaba bebiendo de muchas aguas sediento de encontar la luz.
Mis inquietudes de aquellos tiempos en que daba charlas sobre "La Revolución verde" de Norman Borlaug, que aseguraba una nueva fuente de alimentación para la humanidad con sus semillas híbridas, cuando me llamó poderosamente la atención un encuentro que se celebraba en la capital de la Toscana sobre "Educación a la mundialidad", cuyo alcalde Giorgio La Pira promovía grandes simposios de espiritualidad social, uniendo lo divino y lo humano.
Participaban en estas jornadas monseñor Helder Camara, el prelado del nordeste de Brasil que defendía a los que no tenían voz, l'abbe Pierre que protegía a los sin techo con su fraternidad de Emaus y el monje Frere Roger fundador de la Comunidad de Taizé y La Pira que defendía sus gastos sociales con su famoso lema "los presupuestos los cuadra la Madonna".
Como colofón, después de apasionados debates sobre una educación a la mundialidad, que abrazaba a todas las culturas, las creencias y los pueblos del mundo en pos de una fraternidad universal, de hombres y mujeres, unidos por ideales de superación de barreras y de tender puentes hacia el otro,se organizó una manifestación inolvidable que recorrió Florencia.
Empezando en Piazza della Signoria atravesando el Ponte Vecchio y recorriendo una suave colina donde se encuentra Santa Maria Novella desde la que se divisa el centro monumental de esta ciudad única con su impresionante Duomo, la iglesia de la Santa
Croce y la Galleria degli Uffizi. Descendía el sol y daba tonos rosaceos a todos sus monumentos, como no sentirse arrebatado y soñar con una Ecopax y con un mundo sin injusticias y abierto a todos.
Terminamos esta estupenda caminata mística delante del David de Miguel Ángel. Me decidí a abordar a los organizadores y recoger sus impresiones, La Pira que estaba embelesado me pregunto de donde era y me dijo "La Spagna è il ponte fra il mondo arabo e l'America Latina" y se marchó rodeado de multitud de jóvenes. Don Helder un poco fatigado exclamó "Señor porqué en mi Brasil no reina la armonía, porqué esas brutales diferencias entre los poderosos y los que nada tienen" hablaba en portuñol coloreando las palabras.
Capítulo aparte tener frente a frente a l'abbe Pierre, el Abad que pedía a todos los gobiernos del mundo un avión, para dedicar su importe a rescatar a los desheredados de la fortuna. "Ç'est le chemin, l'unité de tous les croyants de toutes les fois". Había que unirse todos los creyentes de todas las fes.
Sin embargo el que más me impresionó y dejo poso en mi,que germinaría después, fue el hermano Roger con su rostro excavado por las arrugas y su gesto inundado de paz a quien pude hacer unas preguntas. Escuchaba con mucha atención y luego desgranaba sus palabras muy lentamente y con mucha unción. Me comentó que le habían gustado las jornadas por su carácter abierto incluso para los detractores y la ilusión que había detectado en la juventud.
Como se trataba de un ferviente religioso hablamos de sus motivaciones religiosas. Me cortó en seco. "En mis oraciones le pido a Dios, encontrar todos los días un loco, mais un fou de l'esprit". Este loco del espíritu me marcó una senda, que años después y en la actualidad recorrería la familia informal y desperdigada, pero entusiasta "de locos del espiritu" de Paz y Cooperación.
Es de esperar que en el Madrid del orgullo pagano de Carmena se abra una senda de espiritualidad que dignifique a las personas y las eleve para conseguir no sólo una superación personal, sino para abordar los problemas sociales de modo fraterno motivados, inspirados y guiados por una educación a la mundialidad.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
