Diario estrafalario

Como es sabido el día 21 de diciembre, en la antesala de las Fiestas Navideñas, se va a celebrar en Barcelona una reunión ordinaria del Consejo de Ministras y ministros, en aplicación del carácter itinerante y viajero del actual Gobierno de la Nación.

Circulan diversas versiones sobre la oportunidad de dicha reunión en la ciudad condal, republicana y plurinacional. ¿Es una provocación, una maniobra de distensión, un acierto, un error, o quizá una mezcolanza de todo lo anterior? En todo caso pronto lo sabremos.

Lo que parece evidente es que tan ilustres visitantes, invasores de una potencia extranjera, no serán bien recibidos por los iracundos CDR (Comité de Revolucionarios) y otros grupos de similar pelaje, que han advertido que “será una jornada de lucha larga e intensa”. Se ignora que tipo de lucha proyectan, pero parece descartable el dialogo y las buenas maneras.

En previsión de dichos riesgos los gobiernos de ambas naciones-España y Cataluña- han previsto un potente dispositivo de protección integrado por unos nueve mil agentes de ambos gobiernos, contingente seguramente superior al número de insurrectos, lo que facilitará una relación de pareja entre ambos contendientes. Al margen de los riesgos de dicha “ocurrencia”, se me ocurre como gente del común una pregunta ingenua. ¿qué coste tendrá para sufrido el contribuyente dicha legítima y cuestionable iniciativa?
Circulan por las redes unas propuestas, un tanto estrambóticas, que sugieren la posibilidad de trasladar la reunión del Consejo a otros lugares o espacios que entrañen menor riesgo y ofrezcan sosiego y tranquilidad a los miembros y miembras del mismo, condiciones necesarias para su ardua y relevante tarea ministerial.

Se habla de dos lugares que sin duda reúnen dichas condiciones.

El primero podría ser la Abadía de Montserrat, que ofrece la tranquilidad y el sosiego espiritual que propicia dicho venerable y acogedor recinto, donde el honorable Torra se sometió a un ayuno devoto y solidario. No obstante, dado el carácter laico de los participantes en el evento, se presenta como más adecuado, en cuanto a sus condiciones de seguridad y aislamiento el Hotel-Prisión de Lladoners, donde se encuentran alojados, en condiciones inhumanas los políticos represaliados por el Estado español. Dicha opción ofrece además a los integrantes del Gobierno la oportunidad de permanecer unos días en tal acogedor refugio en solidaridad con tan ilustres inquilinos.

En cualquier caso les deseamos que les vaya bien, en la medida que también nos irá bien a los ciudadanos, que más o menos los votamos.