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Polonia como el Fénix: Resurge de sus cenizas

viernes, 21 de diciembre de 2018
El día 17 de diciembre de 2018 a las 19h en el Ateneo de Madrid, se celebró la Conferencia "Polonia, la lucha por su independencia y por sus valores como nación. Del comunismo a la democracia. Miembro de la UE" presentada por Francisco de Medina y moderada por Miguel Calvo, durante la cual la Embajadora de Polonia, la Señora Polonia como el Fénix: Resurge de sus cenizasMarzenna Adamczyk, expuso un "excursus", un recorrido histórico sobre Polonia, su relación con España, sus crisis pasadas y su actual desarrollo.​

Las primeras relaciones comerciales entre Polonia y España se remontan al siglo XI cuando un mercader de Córdoba, Ibrahim ibn Yakub, comenzó la trata de esclavos y las importaciones de trigo y madera polacas. Polonia por su lado adquiría de España limones, naranjas y Cordobán, productos muy costosos, de aquí el dicho polaco "Reconocerás a un gran señor por la caña de su bota".​

Desde el siglo XI hasta el siglo XVI Polonia tuvo un gran desarrollo económico, politico y social: fue un país muy tolerante hacia cualquier religión (por ejemplo, el reconocimiento de un título nobiliario a un judío, cosa muy rara en aquel periodo histórico), había una monarquía electiva con poder de veto y junto a España era el País mas poderoso de toda Europa. Además la primera Constitución Polaca es del año 1791, la segunda en el mundo después de la Constitución Estadounidense de 1787.​

Lamentablemente, en los siglos siguientes, la inconsciencia polaca trajo consigo la total cancelación del Estado: fue dividida entre Imperio ruso, Imperio austrohúngaro y Prusia y solo España y Turquía siguieron considerándola un Estado. En este periodo en el que los hombres polacos tenían que luchar por estos países, las mujeres revistieron un importante papel en la sociedad: desarrollaron varios trabajos (en los campos, en las industrias) y mantuvieron en vida la economía del país. También la Iglesia fue muy importante por la protección de la cultura polaca porque solo allí se podía hablar polaco y por esta razón hoy en día Polonia es muy religiosa.​

Durante seis generaciones Polonia fue solamente una tierra prometida, una utopía, un sueño por el que luchar. ​

La Primera Guerra Mundial no fue una guerra polaca porque los polacos luchaban en ejércitos de otros países. Por esta razón y gracias a su patriotismo, al final de la guerra, en 1918, los polacos consiguieron la independencia y en 1920 la joven Polonia logró parar la voluntad expansionista del ejército soviético.​

En los 20 años posteriores el país se desarrolló exponencialmente, construyeron puertos, carreteras, el ferrocarril y muchas industrias. ​

Polonia como el Fénix: Resurge de sus cenizasPor desgracia, empezó la Segunda Guerra Mundial y el 1 septiembre de 1939, Polonia fue atacada por los Nazis y solo dos semanas después, el 17 septiembre, por los Soviéticos. En Polonia se construyeron los campos de exterminios, los Nazis tuvieron el poder de matar a los polacos sin dar explicaciones (así como a los judíos) y Varsovia fue totalmente destruida. Pero, al final de la guerra, fue reconstruida minuciosamente, gracias a obras de arte y viejas fotos de polacos emigrantes y por esta razón ahora es considerada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Sin embargo, Polonia fue el único país europeo que no colaboró con los enemigos, pero lucharon, resistieron y crearon un país clandestino. ​
Después de la Guerra, fueron obligados a aceptar el comunismo que comportó la deportación de la población polaca en Kazajistán y Rusia y destruyó su economía.​

La resistencia polaca llevó a cabo las insurrecciones en 1956, 1968, 1970, 1976 y finalmente en 1980 cuando nació el Partido Solidarność (apoyado por el Papa San Juan Pablo II) al cual se unieron 10 millones de personas. ​
Solo 8 años después se acabó el régimen Socialista y desafortunadamente empezó un periodo negro en el país: se tuvo una inflación del 600% y en algunas regiones el paro era del 50%. ​
Sin embargo, Polonia fue el único país que en 2008 no tuvo recesión, ni crisis, y por esta razón muchas empresas europeas invirtieron y crearon nuevas actividades en su territorio.

Hoy en día Polonia, miembro de la UE desde hace 14 años, es un país en desarrollo, con un paro menor del 5% y con un bajo coste de vida. Aunque sean muchas las cosas que hace falta mejorar, como por ejemplo la baja consideración que Europa tiene de Polonia y de otros países del este, que llevó a cabo la creación del Grupo de Visegrado (Polonia, República checa, Hungría, Eslovaquia), la historia nos enseña que poco a poco Polonia también logrará este objetivo y, quizás, entrará pronto en la eurozona del euro. ​

Sin duda, Polonia representa la prueba viviente de que la resistencia y el sentimiento de identidad de un pueblo pueden hacer resurgir un país.

Annalisa Vigilante - annalisa.vigilante24122014@gmail.com
Vigilante, Annalisa
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