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Lugo Ayer (17)

viernes, 30 de noviembre de 2018
Memorias de un Maestro Lugués

1934. Época de una Política efervescente y de elecciones, de la revolución astur-leonesa o del carbón.

De la política recuerdo unos murales de RENOVACIÓN ESPAÑOLA en los que Gil Robles, subido a una atalaya, parecía arengar a una multitud de gente expectante. Debajo, al pie, ponía: ESTOS SON MIS PODERES.

A Gil Robles le llamaban "El Jefe" y, como réplica, apareció otro mural, muy similar al de Gil Robles, en donde los republicanos solamente cambiaban la multitud por montones de calaveras humanas.

En una puerta de los urinarios de la Plaza de Santo Domingo también se podía leer un letrero que decía: DESPUÉS DE LA FAENA, NO TIRES DE LA CADENA: TODO PARA EL JEFE.

Las calles y centros de enseñanza estaban sembrados de papeles multicolores de propaganda electoral y las paredes de nuestro Instituto fueron inundadas de pasquines de la FEDERACIÓN UNIVERSITARIA ESPAÑOLA (FUE), que, luego fueron sustituidos por el SINDICATO ESPAÑOL UNIVERSITARIO (SEU).

Quizá, lo dicho más las manifestaciones callejeras y los insultos entre los partidarios, fuesen los gérmenes de lo que vino después: la Guerra Civil que tantas tragedias humanas fabricó.

El estrato social en aquellas calendas podemos clasificarlo en tres escalas: la clase media, la clase baja y la aristocracia.

Los signos externos de la primera clase -siempre referentes a Lugo- son: que el padre de familia era socio del Casino y del Círculo de las Artes; que iba con toda su familia al cine, especialmente a los estrenos, a los que generalmente está abonado, con reserva de butacas: que tenía coche y chófer uniformado; que veraneaba en San Sebastián o pasaba el mes de Agosto en la playa de Covas que la señora tenía, al menos tres sirvientas vestidas de uniforme con puntillas y ama de llaves y que la mayor parte de las tardes se reunía con sus amigas en el salón de té del Méndez, el salón que daba a la calle de la Reina, para una personal exposición. También la acompañaban las hijas casaderas.

En este grupo estarían los militares de alta graduación, los notarios, los médicos famosos, Delegado de Hacienda, magistrados y un largo etcétera.

En el grupo de la clase media estaban los funcionarios de las diversas categorias: militares de graduación media y otros.

Los signos externos de los padres de familia de esta categoría eran: ser socio del Círculo en donde sus ocios quedaban en la mesa de billar, en la partida de dominó o en la lectura de la prensa después del café.

Solían tener aparato de radio y coche propio aunque fuese de segunda o de tercera mano. La esposa tenía muchacha que, vestida con medio uniforme y cesta en ristre, acompañaba a la señora a hacer la compra y por la tarde se reunía, en plan de alterne en el Círculo con las de su igual. No faltaban al cine sobre todo en los estrenos y su verano eran quince días en Foz o en Santa Cristina que quedaba más a mano.

En ambos casos y estados económicos, cuidaban mucho el internado de los hijos en colegios privados especialmente las chicas.

Continuará...
Esteban, Antonio
Esteban, Antonio


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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