Nuestro amigo en Nueva York el querido profesor Jeffrey Sachs vaticina que los próximos meses pueden ser especialmente peligrosos para América y para el mundo. Al debilitarse la posición política de Donald Trump y crecer los obstáculos que tiene que
superar, su desequilibrio mental planteara un mayor riesgo.
Esta entradilla a su último artículo tiene un sabor barroco, que recuerda las novelas por entregas, en que se hacia un resumen de lo que se trataba.
Sachs destripa la política americana, cuya democracia se basa en el equilibrio entre territorio el Senado, que elige a dos representantes de cada Estado y el Congreso basado en la población. Esto ocurre también en España y diferencia al Senado y al Congreso de los diputados.
Con una estadísticas del voto total los demócratas superan ampliamente a los republicanos en voto popular en unos veinte millones en las tres últimas elecciones. En España también existe esta disparidad, pero equilibrar territorio y población es un buen criterio para fortalecer la democracia.
A esta inferioridad en las preferencias populares se une la bajada en la tasa de aceptación al Presidente, que ha descendido del 54 por ciento al 40 por ciento, con un porcentaje de fuerte adhesión del 25 por ciento.
Trump presentó las recientes elecciones como un referéndum sobre su persona y es evidente que ha perdido, pero su derrota ha sido inferior a la deseada por los demócratas. Trump queda tocado, pero todavía podría ser candidato a su reelección en 2020.
El nuevo Congreso dificultará la tarea del Presidente y evitará sus disparates y ocurrencias, pero en el Senado se eligen a los jueces del tribunal Supremo y se deciden temas de seguridad nacional como la guerra y la paz.
Para reforzar su imagen y ganar apoyos podría verse tentado a mezclarse en guerras y emprender una política de marcado carácter nacionalista, aun más, reforzando nos dice Sachs 'su paranoia'.
El fiscal Mueller, con sus investigaciones y el Congreso con su persecución al nepotismo y fraude fiscal del presidente amargaran a Trump, lo que unido a su alejamiento de la realidad y a su creciente paranoia y narcisismo constituirán un peligro no sólo para Estados Unidos, sino para el mundo.
La posibilidad de un impeachmente, de una destitución del Presidente es muy improbable dada la mayoría republicana en el senado.
Nos toca cruzarnos los dedos y confiar en la fortaleza de un sistema constitucional que se ha mantenido por más de doscientos años.
En España con una democracia con mucho menor recorrido existen peligros para el futuro con un presidente inestable, un populismo dispuesto a derribar el sistema constitucional y unos nacionalismos dignos del siglo XIX y aquí debemos confiar en la buena suerte y en el buen sentido tradicional del pueblo de Don Quijote y Sancho Panza.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
