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Apuesto por Carolina Bescansa

jueves, 18 de octubre de 2018
No soy jugador. Ni siquiera de MUS o de TUTE. Pero uso el término en sentido figurado y teatral: "apuesto por vos". A la vista de las virtudes que adornan al personaje, le otorgo mi confianza.

Se trata de preocuparse y ocuparse. Siempre dispuesto a ser movilizado por los "tercios" que emprendan la marcha hacia un mundo mejor. O dicho de otra forma. Siempre estuve y estaré enrolado en una tripulación emocionada para cambiar el mundo, lo mismo que aquellos mareantes que se embarcaron con los hermanos Pinzón para encontrar un nuevo mundo.

Soy un desencantado de la política, capturada en las mazmorras de la partitocracia. No hemos sido capaces de liberarla. Hacerla renacentista.

Convertirla en ciencia o arte para que gobiernen los mejores al servicio de la inmensa mayoría. Sin manipulaciones. Sin engaños. Más allá de la gestión del miedo.

Carolina es una hija de la Ciudad Santa de Occidente, dónde está enterrado Prisciliano. Pertenece a la generación de mi hijo Antón. Nada tiene que ver con la España cañí. Universitaria como discente y docente. Es historia de PODEMOS, ya que registra tal organización política un 11 de marzo del 2014, en compañía de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero.

La mejor propaganda se la hizo ABC. "Carolina Bescansa, la oveja negra de una dinastía gallega". "Mujer independiente y rupturista". " Alumna del prestigioso Instituto Rosalía de Castro, -frente a un hermoso pilón del parque de La Herradura, precisamente, dónde junto a otras muchachas de importantes familias gallegas, giran a la izquierda- Carolina regresa siempre a Compostela". "En las reuniones entre las dinastías médicas y universitarias de la Residencia Bescansa en la Isla de La Toja, se evitan las preguntas innecesarias e incómodas, sobre el particular".

No puedo evitarlo, ni quiero. Encuentro cierto paralelismo entre esta dama gallega y aquel ilustre Marqués de La Fayette. Y no me acuerdo del noble francés, sólo por llevar tan insigne apellido, uno de los emblemáticos grandes almacenes de París. Es que sin La Fayette, el mundo no habría cambiado. Su participación en La Revolución Francesa y su participación en la Independencia de los Estados Unidos de América, con la posterior Declaración de los Derechos, nos permite gritar: ¡ libertad, igualdad y fraternidad!, y así entramos en la Edad Contemporánea.

Nunca tuvo necesidad de jugar las bazas oportunistas de la corriente feminista. Ella es como es y todo lo que tiene lo alcanzó sin cuotas de género. Pero, cometió un error. Creerse que Pablo Iglesias era diferente a los "clásicos". El que se mueve no sale en la foto. Y ella se movió, libre como el viento, al menos tres veces. Se negó a tomar partido en las reyertas banderizas de PODEMOS. Le cantó las verdades del barquero al Líder, además basándose en datos objetivos propios en su Profesión de analista sociológico. Llegó a decir que más importante que atender a los independentistas catalanes, era atender las necesidades de los españoles. Y es que algunos hace tiempo predicamos la incompatibilidad entre ser nacionalista y ser progresista. Sobre todo en la desigual y asimétrica España, dónde los nacionalistas, vienen del Carlismo o son fundadores de la Internacional Demócrata Cristiana. Esa misma que pactó con la Cosa Nostra en Italia.

La soberbia a veces nos juega malas pasadas. Así se explica que, con ese tono suave, casi meloso, con el que habla Pablo Iglesias en la televisión, dijera: "Llama la atención que Carolina Bescansa pueda querer dirigir el partido en Galicia, a pesar de llevar 20 años viviendo en Madrid". Es intolerable. Es preocupante, lo que trasciende del consciente y del subconsciente del "carismático" líder. Le niega la galleguidad a una gallega de pro. ¿Que hubiera dicho de Castelao?. Yo me permito hacerle llegar algo personal que dije al regresar a mi Galicia del norte en 2002. "Un gallego es un ser vivo que siempre está de paso hasta que vuelve a casa".

Por otra parte, me gusta el slogan de Carolina. "Eu quero futuro para Galicia". Y es que Carolina en su trayecto por otras tierras, a buen seguro, que regresa, porque quiere, porque desea servir a su pueblo, porque tiene derecho a cambiar el mundo, comenzando por nuestro mundo, ese que limita al norte con Inglaterra, mar por medio.
Mosquera Mata, Pablo A.
Mosquera Mata, Pablo A.


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