El Divino estaba triste por lo que había visto en Mallorca. No se puede jugar con el cambio climático pensaba, tengo que decirle a Teresa la de la transición que apriete en su descarbonización, para que se vea que somos un gobierno progre, muy progre.
Para progre, sonríe satisfecho y se retoca el nudo de la corbata, mis presupuestos que enfurecen a los señoritos de Serrano y que me abren las puertas para recuperar a mis
díscolos socialistas que se fueron a Podemos y luego para tranquilizar a los más timoratos pactar con Ciudadanos y dejar a los populistas de la Puerta del Sol con un palmo de narices. Hasta los vascos del PNV aplaudiran mi ciaboga.
Mientras Pablo el burgués de la Navata descargaba todas las medidas sociales, a cual más peronista, todo para el pueblo, ya lo pagarán las transnacionales y los ricos para alegría de los descamisados, que ahora están narcotizados por el bienestar, hay que despertarlos, sembrar la inseguridad para que se unan a los cabreados. Plurilandia en estado puro.
Esa cantinela de sociedades abiertas y economía de mercado que encadilaba a los amigos de la transición, ya no tiene razón de ser. Hay que dirigir la economía para evitar que su expansión conduzca a un dominio de la derecha, que sería intolerable.
Más ideología y menos alimentos y bienes de consumo. Sigamos la fórmula venezolana de empobrecer a un pueblo rico, pongámoslos nerviosos creemos enemigos del pueblo, le decía enfervecido su Pablo del alma.
Esto del poder te obliga a hacer cosas que no te gustan. Por cierto tendríamos que cambiarnos los nombres de Pedro y Pablo que suena a caduca religión e inventarnos
nombres de Juego de tronos, que molan tanto, en vez de vírgenes dragones y criaturas volantes. Ese es nuestro mundo.
Carmen Igualdad va leerle la cartilla a los del Vaticano para que no dejen enterrar al dictador en la Almudena. Expropiación. Sexo para todos. Eutanasia para aliviar las pensiones y todo el mogollón de medidas como prohibir la religión en los centros escolares. Mujeres en el Vaticano. La Papesa Juana como ejemplo a seguir beatificada a furor de pueblo entre Chueca y el Dos de Mayo.
Cerraba los ojos y se veía como un Kennedy elegante que echaba discursos acadabrantes y cuidando que no sonara a copiado estas frases tan rotundas de nueva frontera y un país sin fronteras. Begoña la bella en Jacqueline y los dos con sus cuates Felipe y Letizia, que delicia, sumergirse en bellos discursos y una vida electrizante.
Los abría y veía un personaje zafio predicando la anarquía y el estado de Jauja para la gente y disimulaba una sensación de disgusto, de repulsa, tenía que liberarse de esta gentuza, tengo que preguntarle al poeta García Montero como hacer poéticas expresiones como canallas, gentuzas, plebe y se consolaba con las reflexiones que le daría el vate, mientras firmaba el documento de los presupuestos del estado.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
