En el balance de los cien días del gobierno Sánchez ha desaparecido la mención de la lucha contra la corrupción. Es sorprendente que el argumento que justificó la moción de
censura del Divino Pedro ya ni si cite. Magnifica noticia. Gran éxito se ha puesto fin a una lacra que preocupaba a los españoles.
Casado y sus partidarios tampoco hablan de corrupción lo que se comprende por los procesos que han amargado la vida a los populares y los que están todavia a la vuelta de la esquina.
Los indepes catalanes también callan y esconden a su patriarca Don Pujol y familia y el tres por ciento les avergüenza y tratan de escamotearlos a la merecida picota pública.
Sorprende la amnesia de Ciudadanos y de su líder Albert Rivera al no utilizar la corrupción contra los dos grandes partidos y los independentistas. Para mí es incomprensible que al hablar de incumplimientos en Andalucía no se toque el actual proceso de los ERES en que están involucrados la plana mayor del PSOE y cuya cuantía supera a todas las corruptelas del Partido Popular y apunta a una corrupción sistémica. Hay algún pacto secreto que explique esta falta de memoria. Es una pregunta.
La Iglesia Católica y su Conferencia Episcopal tampoco toca esta tecla por estar paralizada por los escándalos de pedofilia que entristecen al Papa Francisco. No es momento de denunciar males y delitos ajenos es momento de hacerse perdonar.
Quien haya visto el telediario de la noche de TVE 1 del día 8 de septiembre se habrá percatado del giro copernicano que ha logrado Rosa María en su camino de imitación de TV3. La noticia de la princesa Doña Leonor en Covadonga al final del informativo y ni palabra de Navantia y de los errores de la diplomacia española. La puesta en peligro de seis mil puestos de trabajo y la repulsa de los trabajadores no debe turbar a los españoles. A diferencia de Antena 3.
El proceso que aqueja al PSOE andaluz y de rebote a las manos limpias de todo el partido, con sus brotes valencianos debe ser ocultado. Aquí el pasado reciente no interesa mientras el de hace casi cien años debe acaparar la atención de todos.
Alegrémonos ya no existe corrupción en nuestra Plurilandia. Vivimos en un país limpio e inmaculado. Los corruptos se frotan las manos y brindan con cava.
Joaquin Antuña
joaquinant@hotmail.com
