La guerra civil la ganamos nosotros. Hay que reescribir la historia de España. Abrirles los ojos a los amodorrados españoles. Tenemos que hacer como mis indispensables indepes, que transforman una guerra dinástica de Sucesión en una derrota de Cataluña y que han sabido llenar de lágrimas y de rencor a los escolares catalanes.
En mi guerra civil hay que terminar con la historia que cuentan nefastos autores, como Hugh Thomas y Preston. Tengo que decirle al de Cultura que purgue todos estos libros. Mi guerra es la de la victoria épica de un pueblo inerme contra el fascismo. En el Ebro ganamos nosotros. Nuestros fusilamientos fueron gloriosos eran para limpiar España de alimañas, leamos detenidamente los escritos del Iluminado
de Blanes, mi amigo Torra, tal vez prescindiendo de algún que otro insulto.
Enfrentemos, tensionemos a los españoles, a esta sin par nación de naciones, exaltemos los once meses inolvidables de la Primera República con sus cuatro Presidentes y el maravilloso viva Cartagena reconvertido ahora en viva Pozuelo, no dicen algunos de mis exegetas que soy el Mandela de Pozuelo.
El Divino se agita en su lecho perturbando el sueño de la bella Begoña, que amenaza con mandarlo al sofá de las gestas heroicas, en que últimamente transcurre las noches desvelado en su afán patrio.
Le dire a la Sauquillo que ponga en pie la Comisión de la Verdad como en 1984, hay que falsearlo todo, convertirla en la Comisión de la Postverdad, que palabro más lindo, es necesaria como el pan para demostrar que los Reyes Católicos eran antifascistas, que la quema de conventos y los once mil religiosos asesinados fueron gestas gloriosas.
Hay que terminar con esa necedad de la Tercera España,que defendía el estúpido de Salvador de Madariaga,en que ambos bandos eran descritos cono tremebundos fanáticos sedientos de sangre y prohibir bajo pena de cárcel o grandes multas como hacen los mossos en Cataluñas a quienes quitan los lazos amarillos,a quienes repitan los desvarío del pobre Azaña en su velada en Benicarlo,con las memeces de Paz y Perdón,ni agua para los enemigos del pueblo.
La reconciliación nacional,perdon plurinacional,solo puede conseguirse cuando todos los plurinacionales estén convencidos de que mi guerra,la guerra civil la ganamos nosotrosTengo que pedir a Tezanos que me ayude para loar los laureles de esta inesperada victoria,aqui afortunadamente no hay VAR y al Padre Angel y a la monja de Más que pinten un panorama de niños hambrientos y desarrapados y apoyar al Coletas en su programa de redescubrir los descamisados en Plurilandia,habria que pensar incluso en cambiar el nombre de España,Plurilandia que bien suena.
Por último y antes de que llegue el alba y el cefiro matutino y todas esas cursiladas tan siuticas como dicen en Chile mi última gran idea es reinventar a Mendizabal y organizar otra desamortización y expropiar todas las propiedades de la iglesia Católica y dejarlos en bragas,despojarles de todo y enriquecer a todos mis seguidores,pues no he podido nombrarlos ministros a todos y no había puertas giratorias para tanto patriota deseando ponerse las botas cada vez que cambia el gobierno.
Me siento coplero y con Manolo Escobar piensa El Divino se pueden poner letra a mis designios para Plurilandia, en vez de mi jaca, mi guerra, mi Cruzada sin cruces y tantas otras melodías que podían representar a Plurilandia en el ancho mundo.
A estas alturas la bella Begoña ya se ha hartado y el Divino Pedro ha aterrizado en su Sofá de la Posverdad. Las mujeres mandan, como se desgañita cada día Carmen Igualdad.
Joaquin Antuña
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