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La sociedad venatoria de Lugo

viernes, 13 de julio de 2018
No soy experto en filología aunque a veces, ,lo aparente, a causa de mis estudios humanísticos, sobre todo, en latín: Ovidio, Cicerón y César, pero siempre me ha gustado indagar sobre los nombres y su procedencia, así que, en esta ocasión, tal vez no sea arriesgado decir que el topónimo BENADE, por ejemplo, proceda del sustantivo VENATIO que significa CAZA.
La sociedad venatoria de Lugo
Manuel García Blanco, Jefe de la Sección de Estadística de Lugo en su libro ESTUDIOS GEOGRÁFICO Y TOPONÍMICO DE LA PROVINCIA DE LUGO, sin embargo afirma que, a veces, el toponímico es, simplemente, el mismo onomástico personal, más o menos modificado y derive BENADE LA de BENNATO.

Todo esto me ha dado pie para hojear un librito editado en 1902 -hace 116 años- en la Imprenta de El Regional, sita en San Marcos, 7 que lleva por título REGLAMENTO DE LA SOCIEDAD VENATORIA DE LUGO.

Era Presidente de la misma don Nemesio Cobreros; vicepresidente, José Pedrosa Ulloa; contador, Ángel Fernández; tesorero, Manuel R. Luaces y vocales, Carlos García del Valle; Rodrígo de la Peña, Ramón Saavedra y Ramón Soler.

La sociedad venatoria de LugoTambién tenían cargos Juan Castrillón, Isolino Rivero y era Gobernador Civil, León Urzáiz.

El principal objetivo de LA VENATORIA era estimular entre los asociados el respeto a la veda y para ello se recabaría el apoyo del Gobernador Civil, alcaldes, Jueces de Primera Instancia o Jueces Municipales, Guardia Civil, Guardia Municipal y Ronda de Cosumos para que persiguiesen toda infracción de dichas leyes.

Ignoramos si entre los socios de LA VENATORIA, que pagaban entre cincuenta céntimos y cinco pesetas, había, por ejemplo, sacerdotes y en todo caso, si los había, ser meritorios aunque como dice el DICCIONARIO DE CIENCIAS ECLESIÁSTICAS en su Tomo Segundo, el ejercicio violento no se aviene con la mansedumbre que debe tener el sacerdote y por eso los cánones les prohibían cazar y consideraban este Arte como ocupación ilícita tanto en la caza con estruendo -caza clamorosa- como en la caza pacífica...

Los socios de LA VENATORIA estaban obligados a observar, bajo palabra de honor, las leyes de la caza y la pesca y se comprometían a la más absoluta reserva sobre los nombres de las persona que infringiesen los estatutos...

Los capitanes generales podían conceder licencia gratuita e intransferible a militares en activo, retirados con sueldo o condecorados con la Cruz Laureada de San Fernando o a clérigos importantes si la solicitaban y todos podían ser expulsados de la Sociedad si no satisfacían dos mensualidades, a no ser que necesidades imperiosas impidiesen el pago.

Los cargos en LA VENATORIA de Lugo eran obligatorios y gratuitos y quienes los desempeñaban tendrían autoridad para hacer nombramientos o castigar a empleados infieles o nombrar comisiones para una mejor marcha de la Sociedad.

LA VENATORIA organizaba, en época de veda, batidas de zorros y otros animales dañinos aunque nada dice sobre que se hacía con las pieles y los rabos de estos animales que eran trofeos codiciados para lucir en cuellos o manguitos de abrigos de señoras de la alta sociedad.

LA VENATORIA había confeccionado un Reglamento para Guardias Jurados que no cobrarían nada por prestar los servicios, pero que, si el estado económico de la sociedad era bueno, podían ser gratificados con una cantidad variable y en caso de desplazamiento a otra provincia se les entregaría una cantidad para gastos.

Continuará...
Esteban, Antonio
Esteban, Antonio


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