Por María Parente y Roberto Carlos Mirás.
«Hay en nuestro corazón un diminuto espacio y, sin embargo, en él moran el sol, la luna y las estrellas» (Chandoya Upanisad, 8-I) La vida misma nos interroga y nos responde a medida que caminamos descalzos sobre ella. Por eso hemos escogido para esta reflexión un título qué fue utilizado en su momento por los profesores, Félix G. Ilárraz y Óscar Pujol
«La sabiduría del bosque. Antología de las principales Upanisáds». «Según una vieja costumbre de la India antigua, algunos príncipes y soberanos congregaban periódicamente a pensadores, ascetas de diferentes escuelas, para discutir alguna cuestión controvertida. Los debates -según los textos-, estimulan el conocimiento, clarifican el entendimiento, incrementan las posibilidades de lo discursivo y apartan las dudas» Apunta el profesor Juan Arnau. (Arte de Probar. Ironía y lógica en la India antigua. Fondo de cultura económica de España) Pero no sólo ha ocurrido en el contexto indio, sino en todo el mundo como decimos. Muchos académicos, pensadores se han reunido días y horas enteras para discernir y llegar a una conclusión o por lo menos tener alguna vaga respuesta. «El auténtico nombre de la tradición hindú o hinduismo- escribe Swami Satyananda Saraswati-, es Sanatama dharma, el dharma Eterno. Una palabra que proviene del rio Indo y de las personas que habitaron a su alrededor». Durante el medievo el hinduismo hizo gala de una extraordinaria fuerza y vitalidad. Juan Carlos Ramchandani, visito la India con 17 años quedando cautivado por su belleza y sus milenarias tradiciones. Un viaje que sería el primero, pero no el último. En 1985 entra en la tradición Hindú Vaishnava, donde será iniciado con el nombre de Krishna Kripa Dasa y para alcanzar su faceta de sacerdote brahmana (purohit) ha estudiado con varios de los mejores maestros del ceremonial védico. Desde entonces no ha parado de escribir artículos, libros y realizar una serie de actividades para que todos podamos conocer y disfrutar de esos conocimientos. Uno de los aspectos interesantes que han destilado ríos de tinta son los místicos, esos hombres y mujeres de Dios. En donde la devoción, en donde el mensaje citando a Gandhi-, es la enseñanza. «Samkaracarya (es quizá uno de los más conocidos, santo o mahatma que, con su experiencia mantiene viva la llama del conocimiento del Ser, atma, que arde desde tiempos inmemoriales) es como- escribe el profesor Óscar Pujol-, una de esas figuras que no precisa introducción. Sí se me permitiese una comparación superficial cuyo único objetivo sería ayudar al lector español a situar rápidamente su figura me atrevería a decir que este fue el Santo Tomás de Aquino de La India. Los dos se coronaron con la doble aureola de la filosofía y de santidad» Nuestro autor se sumerge en la vida y en la obra de Ramanujacharya. Según sus palabras «escribir este volumen ha sido descubrir para el lector occidental una de las personalidades más ricas de la India en el siglo XII, apenas mencionado en algunos libros de la India y el hinduismo» A lo que añade: «Era necesario conocer su contribución al desarrollo y al estudio de la tradición Srivaishnava en donde Ramanujacharya ha sido su máximo exponente» ¿Cuáles son los puntos más importantes? «La filosofía Vishishtadvaita que propugna Ramanujacharya resume que el mundo fenoménico es real y proporciona conocimiento verdadero, y las exigencias de la vida cotidiana no son opuestas a la vida espiritual; Dios es la Persona Suprema, poseedor de innumerables atributos, formas y pasatiempos divinos. Las almas individuales son reales y son expresiones de su gloria» Explica Juan Carlos entre otras cosas. Quizás y volvemos a ello, Sabio del bosque sea la palabra acertada con respeto al dirigirse a este desconocido autor en occidente con varias obras en su haber, «Vedanta Sara: breve comentario para principiantes del Vedanta», Vedanta Dipa: breves e iluminadores comentarios sobre el Vedanta sutra entre otras obras. Ahora Juan Carlos acaba de publicar una nueva obra, quizás la más intima y personal: «Perlas de Sabiduría Védica» Al leerlo y ojearlo hoja a hoja nos encontramos con unas ilustraciones de Hari Dasa que hace de ello un texto si ya accesible, mucho más al compaginar texto e ilustraciones. Amen de otras publicaciones y actividades. Todos unos más que otros «tenemos la necesidad» de ayudarnos a crecer con imágenes, con textos; con algo que nos ayude a saborear el gozo y los caminos de la Vida y nos hallamos rodeados de ellos. En su último momento Ramanujacharya a petición de sus discípulos hizo construir una deidad de piedra y abandonó su cuerpo regresando a la morada de Vishnu en el atardecer del décimo día de la quincena de la luna llena del mes de Magha del año 1137 d.C.
