Por una vez mi amigo Jeffrey Sachs esta de acuerdo con Donald Trump, hay que irse de Siria. Después de 500.000 muertos y más de diez millones de desplazados ha llegado la hora de marcharse de este país.
El Presidente Trump, que actúa por impulsos, por venadas, declaró recientemente que había que irse de Siria "muy pronto". Estas declaraciones nos dice Sachs no sentaron bien al establishment de la política exterior de Estados Unidos, el Pentágono, el Departamento de Estado, el Congreso y los medios de comunicación, que clamaron por la permanencia y Trump se agregó rapidamente.
No querer abandonar Siria por temor a fortalecer a Rusia e Irán es un error mayúsculo. Estados Unidos mantiene bases militares en más de 60 países, con más de un centenar de instalaciones, cuando intervienen sientan sus reales, es la lógica de la guerra fria y una sangría para el presupuesto militar.
Esta lógica típica del imperio del bien frente a lo que Reagan definió el imperio del mal hace que los Estados Unidos deseen modelar la politica
de Oriente Medio. Hasta la Primavera Árabe los Estados Unidos apoyaron a todos los dictadores de esta región y a su aliado Israel.
Los nuevos tiempos de la Primavera Árabe inspiraron un cambio de alianzas para combatir la tiranía y seguir siendo la potencia regional, pero se equivocaron al creer en la rápida victoria de los desorganizados insurgentes y cometieron un error mayúsculo al subestimar el papel de Rusia en Siria, con su gran base naval, que le llevó a apoyar al régimen de Asad, desconfiando además de los insurgentes, muchos de ellos, fundamentalistas y yihadistas recalcitrantes.
La Real Politik de Rusia e Irán se contrapuso al apoyo incondicional de Estados Unidos a la coalición que deseaba echar a Asad del poder a toda costa. Lo mismo ocurrió nos dice Jeffrey en Irak y Libia, donde el derribo de los tiranos no garantizo una mejora, ni una democratización de la zona. Es el mismo error que cometimos los antifranquistas al aceptar como aliados a los separatistas, que no aspiraban a imponer la democracia, sino a separarse de España.
Es necesario entender de una vez que en Siria se condujo una guerra por parte de Arabia Saudí, Israel y Turquía para derrotar a Asad y al mismo tiempo deshacerse de Rusia e Irán. El resultado ha sido desastroso, acarreando la destrucción de un país de rancio abolengo y planteando a Europa el problema de los refugiados y el fortalecimiento del ISIS y sus políticas de exterminio. Todo un avispero.
Asad y su régimen han empleado armas químicas y bactereológicas en su guerra civil, cuyo último capítulo se ha escrito estos días en las afueras de Damasco. No hay duda de que se trata de un despiadado dictador, pero lo ocurrido en Libia e Irak después de la desaparición de sus tiranos pone los pelos de punta.
Capítulo aparte merece Egipto después de los levantamientos de Tahir, con el fin de Mubarak, la llegada de Morsi con sus Hermanos Musulmanes y luego el mariscal Al Sisi, que representa un punto y seguido a Mubarak.
El respaldo a los kurdos sirvió para que Turquía se acercara a Rusia e Irak demostrando si hiciera falta la desastrosa política de la CIA y del Pentagono.
La intervención USA en Siria nos afirma Sachs se hizo de espaldas al Congreso y a las Naciones Unidas, para burlar estos corsés el presidente Obama se apoyo en formar una gran coalición con Arabia Saudí y otros paises, para justificar esta intervención en contra de las normas del Derecho Internacional.
No hay que atizar el fuego hay que contribuir al fin de las hostilidades en Siria y replantearse la presencia militar de los Estados Unidos en el mundo. Las predicciones de la CIA en Oriente Medio, que retrata muy bien la serie Homeland, han sido catastróficas y han conducido a la inestabilidad y la falta de seguridad, sin evitar, sino aumentar el
derramamiento de sangre y la destrucción de ciudades milenarias.
Hay que abrir paso a la diplomacia y a la mediación de las Naciones Unidas, por cierto en Facebook he aceptado la petición de amistad de Antonio Guterres, lo que me ha llenado de satisfacción ya que demuestra que la criatura de Don Xulio, su y nuestra GD, tiene su repercusión en las altas esferas, del no a la guerra y su otro lado de la medalla el diálogo y la mediación de las Naciones Unidas.
Hay que evitar que la historia se repita esta vez con Irán lo que podría llevarnos a una Tercera Guerra Mundial.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
