¡Ojo! No todas las Universidades son iguales

HACE dos días me acerqué a la Universidad Complutense de Madrid, Biblioteca Histórica sita en la calle Noviciado. En el departamento oportuno, pregunté si constaba mi Tesis Doctoral que había sido leída y defendida ante un tribunal de cinco personas el año 1987. No tardó el señor responsable ni cinco minutos en consultar un catálogo de tesis, y confirmar que allí estaba. Le pregunté si podía consultarla en la red de “eprints” a través de internet y me dijo que sería posible si estaba digitalizada y si yo firmaba mi consentimiento. Fue todo tan positivo y tan rápido y bien hecho, que ahora, hace apenas 48 horas de mi solicitud , estoy leyendo mi tesis escrita a máquina de escribir de cinta entintada, y, no falta ni una página, de las 1210 que la componen. Así se trabaja en una universidad que tiene, más o menos, cien mil alumnos.

No pude aguantar la emoción cuando leí la dedicatoria: “A la memoria de mi padre, creyente ilusionado en la igualdad de las personas”, él había muerto en 1975, con sólo 56 años.

Hoy se ha cumplido un deseo más, para morir alegre, cualquier día.

Para quien quiera consultarla: http//:eprints.ucm.es/47087/