La construcción del Empire State Building duró menos de 14 meses. Ya sé que es un ejemplo recurrente en este blog, pero qué quieren que les diga, me parece muy importante tener en mente que las cosas cuando se desean se hacen, y se pueden hacer rápido.
En comparación, casi cualquier obra queda en ridículo, y no solo por lo que se tarda en llevar a cabo la parte material de la misma sino por la burocracia y la terrible sensación de pérdida de tiempo que te da llevar los papeles de una a otra ventanilla de forma continuada, entrando en un bucle que los grandísimos Uderzo y Goscinny inmortalizaron en una de las doce Pruebas de Astérix, una adaptación de los trabajos de Heracles.
En Lugo tenemos sobrados ejemplos de la parsimonia pública, y si hay una administración que se caracteriza por su tendencia a imitar al caracol es el Ayuntamiento pero no es la única lamentablemente. La Xunta tampoco es que sea la entidad más ágil del mundo haciendo sus deberes, y ahí tenemos el auditorio sin terminar a pesar de que hay ya compromisos y supuestamente dinero, la Tinería que no acaba de cuajar, o los proyectos que se afirma que se harán pero no se hacen.
En lo macro parece que somos más tolerantes porque entendemos que hay grandes inversiones y proyectos y todas esas cosas, pero en lo micro no cabe en cabeza humana que las cosas no se hagan bien, y un claro ejemplo es la fuente de A Pinguela, situada justo frente a la puerta del Carmen o Miñá de nuestra Muralla, en pleno barrio de la Tinería.
Esa fuente fue restaurada hace ya cinco años, en 2013, y desde aquel día espera pacientemente a que alguien conecte sus caños a la toma de agua para poder volver a manar. No pasa tal cosa, sigue ahí, a mayor gloria de la desidia pública. En este tiempo
que ha pasado se podrían haber construido más de cuatro Empire State Buildings, salvo en Lugo, claro que aún estarían viendo dónde hacerlo y si ponerle columnas dóricas en todas las plantas o solo en las más importantes.
Las fuentes son un recurso maravilloso, y más aún si estás en pleno Camino Primitivo de Santiago como es el caso de A Pinguela. Los peregrinos aprecian el agua casi más que cualquier otra cosa, y de hecho ves que en las webs especializadas señalizan dónde hay puntos para recargar la cantimplora porque es uno de los más importantes recursos que necesitas para echarte a andar. La fuente de la Plaza del Campo no tiene agua potable y la de A Pinguela está sin conectar, así que ya ven los muchos recursos que ponemos a disposición de esta gente.
Los propietarios del Pazo de Orbán, que son los titulares del manantial, cedieron su uso a la administración confiando en que la pondrían en marcha, y siguen esperando pacientemente a que alguien se haga cargo del tema. El pimpampún habitual entre gobiernos nos pilla a todos en medio del fuego cruzado y somos víctimas colaterales de la desidia administrativa.
Nos hemos acostumbrado y claro, luego viajas y ves que por ahí las cosas funcionan y te das cuenta de que quizá no sea una cuestión universal, sino parte de la idiosincrasia lucense el pasotismo absoluto y la dejadez.
Una pena.
