Ciudadanos exigió transparencia a las asociaciones respecto a los dineros públicos que reciben de las generosas subvenciones del Ayuntamiento de Lugo, y ayer predicó con el ejemplo haciendo públicas sus cuentas de ingresos y gastos.
Llama la atención que el grupo municipal de Olga Louzao haya gastado solamente algo menos de la mitad su asignación, lo que nos hace pensar que una de dos, o este grupo es prudente en el manejo de sus fondos, algo digno de mención, o el Ayuntamiento de Lugo es demasiado espléndido con los grupos municipales. Probablemente sean ciertas ambas cosas.
Lugonovo hizo en su día un estriptis similar, aunque le salió rana porque algunos de sus gastos parecían violar las escasas normas de uso que tienen esos cuartos, así que para evitarse líos se ve que han optado por seguir la tónica general y callarse sus números. Una pena.
Es cierto que las cifras presentadas por Ciudadanos podrían ser más detalladas, pero al menos se da un paso importante en la dirección correcta. La ciudadanía tiene derecho a conocer qué se hace con esos fondos reservados que deciden, administran y distribuyen los grupos municipales con ese oscurantismo que históricamente ha sido caldo de cultivo de patologías, sobres y corruptelas.
Ojalá cunda el ejemplo y veamos en qué se gastan nuestro dinero los demás partidos políticos.