El número 17 es el número de la mala suerte en Italia, como nuestro 13 y en ese día tuvimos un nuevo episodio de la serie Torrente, esta vez en versión catalana como Torrent, que no es hincha del Atlético Madrid, sino del Barsa y que se presenta más aseado que el Torrente madrileño y que adopta una actitud más sería que su homónimo castellano interpretado por Santiago Segura, pero que representa un papel muy parecido al de la cuarta entrega de esta saga, me refiero a "Crisis letal".
José Luis Torrente frente a Roger Torrent, el uno detective el otro político, ambos en papeles alambicados y difíciles, que suscitan risas y lágrimas, personajes de farsa, un investigador privado en el caos y un carácter épico pedestre, los dos viven en sociedades deformadas por el esperpento y mientras José Luis no se toma en serio Roger se siente como un mensajero de Mercurio cuya seriedad es proverbial. Es la diferencia entre la vibrante jota y la acompasada y solemne sardana. Dos caras de la misma moneda, con caretas diferentes, pero torrentismo de alto voltaje.
Otra semejanza de estos simpáticos personajes de Trapisonda, sus equipos de fútbol en este 17 fatídico pierden simultaneamente, el uno en el Wanda metropolitano ante el Sevilla de Montela un entrenador italiano, que les hace morder el polvo y el otro nada más y nada menos frente a un club que tiene el descaro de llamarse Español y que de la elegante Sarriá donde viven los ilustres ciudadanos del tres por ciento se han trasladado a Cornellá uno de los feudos de los charnegos de la Arrimadas, ese jerezana repipi y relamida del Rivera de L'Hospitalet, unas heces humanas y allí en ese campo maldito se han permitido faltar el respeto al Barsa Nacional y derrotarlo. Andaluces traidores que apuñalan por la espalda a los dos Torrentes, Jerez y Sevilla mostrando sus batas largas y sus faralaes.
Mientras que José Luis descose, Roger cose, cuestión de punto de vista,de cual es la aguja que utlizan, de cordel zafio la madrileña y transparente fantasmal la catalana, tanto monta monta tanto. Poniendoles musica resuenan los dos himnos el del Atleti y el del Barsa, alternandose este con el truculento de segadores y guadañas, sones para animar a los dos Torrentes a seguir interpretando sus bonitos papeles en este fecundo ruedo ibérico poblado de Torrentes y Rinconetes y Cortadillos. No tenemos remedio.
Joaquín Antuña
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