La declaración unilateral de Trump declarando a Jerusalén capital de Israel, puede encuadrarse dentro de las bravuconadas de este excentrico Presidente, que desea satisfacer a su clientela, a sus sesenta millones de blancos que lo han llevado a la Casa Blanca.
El cinturón bíblico de Estados Unidos tiene al Jerusalén de Moisés, Salomón y al Rey David como referencia. La importante comunidad judía, especialmente de Nueva York ve en Jerusalén su Ciudad Santa y en Israel su bastión para defenderla. Este aspecto de Ciudad Santa es fundamental para los judíos, los cristianos y para los musulmanes. El Santo Sepulcro, la Mezquita de Al-aqsa y el Muro de las Lamentaciones son tres santos lugares para las religiones del libro.
Estuve en 1991 veinte días en Jerusalén en plena Semana Santa, en una misión del ICMA, Instituto de Cooperación con el mundo árabe, que dirigía Miguel Ángel Moratinos,eramos cuatro pioneros del MPDL, Movimiento Paz Desarme y Libertad de Paquita Sauquillo, de IEPALA, Instituto de Estudios para América Latina de Carmelo García, una organización de médicos palestinos y mi Paz y Cooperación. Nos instalaron en el Hotel Nacional en el sector árabe, que estaba repleto de activistas, de espías, de negociantes, parecía sacado de una novela de Graham Green o de la película Casablanca. Estábamos acompañados y escoltados por los palestinos de Arafat y vigilados por los servicios secretos de Israel y protegidos por nuestro Consulado General.
Fueron días apasionantes de visitas a las ONG que operaban en la ciudad y en Cisjordania, con puestos de bloque, los check points y oyendo silbar las piedras de la Intifada. Nuestra misión consistía en buscar contraparte fiables para realizar proyectos humanitarios, éramos los pioneros y nos recibían con los brazos abiertos, nos contaban sus historias de expulsados de sus tierras y de la precariedad de sus vidas, con un ejército israelí armado hasta los dientes en las azoteas de las casas. Impresionaba la demolición de las viviendas de presuntos terroristas y las fotos de los mártires honrados en escuelas y centros públicos. Se respiraba un aire de ocupación y de abierta hostilidad. Un médico de un Hospital de rehabilitación de discapacitados en Belén llevaba años sin poder visitar a sus colegas de Jerusalén, que entonces distaba unos 8 km de Jerusalén.Esta institución la Bethelem Arab Society, fueron mis socios y a ellos, a su hospital, se dirigió la ayuda de mi ONG.
Trabajar para el bienestar de Belén es una de las mayores satisfacciones para un cristiano, en mi caso católico, aunque no quedase ningún vestigio del pasado evangélico, el campo de los pastores, estaba poblado de casas, se necesitaba mucha fantasía, yo la tengo, para imaginarse el portal de Belén, la vaca y el buey nos las quito el Papa Ratzinger, en la Basílica de la Natividad. Años más tarde con el proyecto Belén 2000 se intentó sin éxito que los turistas pernoctaran allí, en vez de en Jerusalén, que en rápido crecimiento se convertía en una mega ciudad, que lindaba tanto con Ramala como con Belen.
Participé en esta primera visita, luego realice otras, en un Seminario sobre Jerusalen, la ciudad de las tres religiones y defendí el punto de vista vaticano, de ciudad abierta, con Estatuto Internacional y bajo bandera de Naciones Unidas. No gustó ni a israelíes, ni a palestinos, cada bando empecinado en hacerla su capital. Este enfrentamiento sigue igual que entonces, irreconciliable.
En una entrevista en Onda Cero reclamaba Moratinos, el gran mediador y experto europeo, por una política de reconocimiento del Estado Palestino, por parte de la Unión Europea y de España y metiéndonos a todos en el mismo saco nos acusaba de no tener una posición clara respecto a Jerusalén y el conflicto entre Israel, los palestinos y el mundo musulman.
Esta aparente pasividad es una herencia, una mala conciencia, motivada por el holocausto, que impulsa un apoyo de resarcimiento a Israel y por otra parte el terrorismo de matriz yihadista enturbia las relaciones reales con los países árabes. Superar la memoria del holocausto y la amenaza presente del yihadismo, es una tarea harto difícil, aunque no se diga, ni se mencione, pero reparación y recelo juegan a favor de un Jerusalén israelí, con un barrio palestino, con presencia armenia. El actual Statu Quo, que defiende entre otros el Papa Francisco.
Recomiendo a mis queridos lectores una visita a Tierra Santa, en una peregrinación como las que organiza la bella Pilar Pareja, es indispensable para un cristiano, recorrer la Vía Dolorosa, bautizarse en el Jordan, revivir el sermón de las bienaventuranzas en Galilea, son experiencias que no se olvidarán jamás.
Respecto a Jerusalén, la pujanza y el dinamismo de la parte israelí contrastan con el encanto de la Puerta de Damasco, la de San Pablo y el gran zoco con sus múltiples tiendas. Un mismo Dios con tres nombres separa y une a sus habitantes. Jerusalen ciudad única contemplarla con sus murallas desde Getsemaní, el pequeño huerto de los olivos, es una plegaria por la suerte de la humanidad. Paz y Amor.
Joaquin Antuña
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