Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

El sainete

miércoles, 01 de noviembre de 2017
La historia enseña que las tragedias al repetirse pasados los años derivan en tragicomedia y en el caso español en el sainete. Hoy lo quiero ilustrar con dos historietas. En Hospitalet y en Dubai. Recuerdo que Pujana el alcalde vasco de Hospitalet, al que sobrevivió Corbacho, tenía como local favorito para llevar a los invitados el Molino, un music-hall, un café cantante donde reinaba La Maña, una mujerona muy deslenguada típica del vaudeville,‎ Lita Claver imperaba y paseaba palmito en el Paralelo de Barcelona. Tuve una campaña con Pujana, muy cordial y correcto siempre, que andaba medio enamorado de mi pareja de entonces, La Paty, una espectacular extremeña de Las Matas, que resultó un gran exito, se trato de "La Feria de ideas para la paz" o en catalán "La Fira dels idees per la Pau". Con lo que tuve ocasión durante una estancia prolongada de mezclarme con el municipalismo catalán y participar en un inolvidable Sant Jordi, la feria del libro y de la rosa. Respire la contradicion entre la campechania de Hospitalet con sus charnegos laboriosos castellano hablantes con el envaramiento y la sotisficacion de los barceloneses, que siempre se dirigían a sus siervos de Hospitalet en su catalán salpicado de giros españoles. En el Jurado de la Fira evitaron contaminarse con los de Madrit. Aquello era un verdadero sainete. Cuando tuve otra campaña en Dubai, en los Emiratos árabes, esta vez sobre el cambio climático explicado a niños y jóvenes de medio mundo, se repetía lo visto en Cataluña, aunque aquí los que mandaban se diferenciaban de los que trabajaban por sus ropajes, sus túnicas impecablemente blancas y sus sandalias primorosas. Se repetía la sensación de ciudadanos de primera y de segunda. Separados en un caso por el idioma y en otros por el vestuario. El hecho diferencial sobre el que se enseñorea el poder puro y duro. Los elegidos y los currantes. Las armadas tanto del Ayuntamiento catalán como del Ministerio emiratí estaban formadas por mercenarios de Almería, Murcia y Jaén en un caso y en otro de Egipto, Somalia y Palestina en el otro. Los capataces claro está de Barcelona y de Dubai. Todavía hay clases. El nacionalismo se asienta sobre estas percepciones. Delante de la Catedral de Barcelona los sábados se bailaban solemnisimas sardanas, en Dubai los fuegos artificiales debajo de la espectacular Burgtower, el gigantesco rascacielos de 144 pisos, para regocijo de los turistas y símbolo del poderío, sardanas y fuegos signos de identidad, como tradición secular y como promesas de un El sainetemundo de glamour. El sentimiento de superioridad se basa en inexistentes pasados idilicos y en paraísos de Shangri-La. De aquí al desprecio al otro y a la xenofobia hay tan sólo un paso muy corto. Estas fueron mis sensaciones en dos localidades tan distintas como distantes. Juan Luna el exquisito crítico y historiador del arte del Museo del Prado me manda un guasapito que no me resisto a enviaros, ni más ni menos que una sentencia del General Charles DeGaulle, que nos levanta el ánimo a quiénes nos sentimos heridos en lo más profundo de nuestro patriotismo ante el sainete nacionalista catalán "Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero". La capacidad de síntesis de los genios es prodigiosa, los demás nos limitamos a contar historietas.

Joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
Antuña, Joaquín


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES