Desde el mes de marzo en que se publicaron las Crónicas Audaces, he mantenido un contacto diario con los amables lectores de G.D. y se han publicado unos ciento treinta artículos que han ido brotando como inquietudes nocturnas que se han ido cristalizando en las crónicas del alba.
En esos momentos en que la mente está clara y se necesita comunicar, desarrollar una idea, a veces son instantes nebulosos, ahora que está todo en la nube, sensaciones imperiosas de esas partes misteriosas del cerebro, de la mente, del alma para unos y del espíritu para otros.
Los temas han seguido la crónica diaria, nacional e internacional mezclados con vivencias personales y campañas de opinión pública que nos conciernen a todos. Madrid y Nueva York han sido los dos polos de estas crónicas.
La Presidencia de Donald Trump y las consideraciones del profesor Jeffrey Sachs, han reflejado un desconcierto y un malestar profundo en la sociedad americana que repercuten en Europa y naturalmente en España. Entre nosotros, el impasible Rajoy, el ambicioso Sánchez, el rocambolesco Iglesias y el truculento Puigdemont han estado presentes en estos escritos, tratados las más de las veces, con mucho sentido del humor.
Se han expuesto también, temas de interés general y abordado campañas de opinión pública que coinciden con los trabajos de la Fundación Paz y Cooperación, las labores de Naciones Unidas en el espacio, la eliminación de los ensayos nucleares, una exposición de dibujos escolares sobre la utopía en Don Quijote que se expone en la Xunta de Galicía de Lugo, la presentación de un libro en el Colegio Sansueña de Zaragoza y de esas mismas Crónicas Audaces en el Casino de Madrid, la institución de un premio a la Libertad de Conciencia, concedido este primer año a Eduardo Cardet, el médico del pueblo y sucesor de Oswaldo Paya en el Movimiento Cristiano de Liberación MCL y entre otros temas, uno de gran actualidad la bici en las ciudades y una próxima campaña con Chipre y la ciudad de Paphos sobre el espacio Patrimonio Común de la Humanidad.
No se ha escurrido el bulto, hemos entrado de lleno al trapo reivindicando frente a la religión ecológica imperante, la religión de toda la vida con sus luces y sombras, la educación sentimental confrontándola con la condena del machismo virulento, la relación con los musulmanes y la alarma yihadista, la fiesta de los toros frente a los fundamentalistas, las ocurrencias de las nuevas alcaldías sin olvidar, claro está, la cuestión de la corrupción y la moción de censura, la resurrección de Sánchez, al que cariñosamente llamo, Divino Pedro, la pasión de Susana, la fontanera prodigiosa que del Domingo de Gloria pasó a la Noche de Pasión, muy acorde con su condición de trianera, ni el ruedo ibérico catalán con sus akelarres y sus esperpentos, ni tampoco la irrupción de Macron en la política internacional, mencionando a Putin, a Erdogan y naturalmente a la Merkel.
Estas Crónicas del Alba, concluyen dejando en suspenso, ese río, las más de las veces monótono y las menos turbulentos, que es la vida humana. Fijaciones, obsesiones, entelequias, delirios y otros, todos mezclados y revueltos, que nos bombardean en esta nueva era digital, que como la invención de la imprenta, en tiempos de Gutenberg anuncian nuevos tiempos, nuevos credos, cuyos apóstoles son Steve Jobs, Mark Zuckerberg y Bill Gates.
