Irene, Real hembra

El texto que sigue trata sobre una líder podemita Esta es una Crónica Bárbara, y si usted desprecia por razones políticas la carnosidad de la belleza femenina que estas Crónicas admiran y alaban, no siga leyendo.

La definición de real hembra se usa poco ahora, detestada por la ideología de género. Pero sirvió para retratar mujeres impactantes a autores como la condesa de Pardo Bazán, Pérez Galdós, Valle, Cela, García Márquez o Vargas Llosa.

Resumiendo sus retratos, la real hembra es la hermosa de curvas marcadas, de mirada enigmática que parece llamar a la procreación, aunque suele resultar que no.

Irene Montero, la portavoz del Podemos -y novia reconocida del aspirante a sádico según su propia confesión Pablo Manuel Iglesias-, ha exhibido aposta su latente sensualidad en la revista frívola Fashion&Arts Magazine, publicación cuyo lema es “Los domingos son para las mujeres”; pura sociología de peluquería

Y sí, esta militante feminista aparece como otra real hembra de las habituales portadas de revistas con mujeres atractivas y sexis por su físico realzado en las fotografías más que por su cerebro; aunque si se declaran de izquierdas definimos como progresistas a modelos y publicaciones.

Los políticos e intelectuales libidinosos miran Fashion&Arts Magazine o Playboy, y le explican a sus mujeres: “Yo compro estas revistas por las entrevistas, no por sus chicas”.

Vestida con buen estilo, en una fotografía aparece sentada e inclinada hacia adelante para mostrar la profunda belleza de sus senos bajo un amplio escote.

La número dos de Podemos actúa como una hermosa modelo profesional que vende su partido con la fuerza de su neumático contoneo por la pasarela política.

Gracias, Irene: pese a rechazar verbalmente esta sociedad machista creada por el odioso heteropatriarcado que odiamos incluso los heteropatriarcas, una adalid del feminismo antiheteropatriarcado como usted es una sexy y real hembra, mujer, mujer, que diría Botella.

Ya tuvo otro reportaje anterior en una revista, y se ve que le va cogiendo afición. Es que realmente merece portadas en Hola, más que las ministras del “¡¡Ista, ista, Zapatero feminista!!”