Es necesario que España tenga una justicia más rápida, pues se pierde eficacia, con la lentitud exasperante de nuestra actual administración de justicia. Es urgente lanzar un Plan Nacional de Informatización de la Justicia. Se precisa un gran esfuerzo para el que se cuenta con muchos jóvenes informáticos. Los protocolos de las Notarías ya están digitalizados, como lo está Hacienda. Los chicos de Montoro son infatigables y registran todo. Basta con dar una tecla, cruzar datos, búsquedas, facturas, nóminas, todo un mundo de actividades económicas. Es increíble que los partidos de la indignación no lo hayan solicitado. El frente democrático, que a imitación del Frente Republicano francés constituido para combatir a los populismos, que podría crearse también en España deberia impulsar entre sus prioridades un Plan Nacional para la Informatización de la Justicia. Los legajos, los miles de expedientes no pueden coexistir con un país avanzado del siglo XXI. No se trata de aumentar la burocracia, sino de habilitar fondos para esta gran tarea, que facilitaría trabajo a una legión de jóvenes, para algo muy útil y esencial, no de abrir zanjas para luego volver a cerrarlas, sino de agilizar nuestra Justicia, naturalmente de acuerdo con el Consejo del Poder Judicial y respetando la independencia de la judicatura. Si existe voluntad política, las fórmulas se encuentran. Este país tan rico en materia de picaresca tiene que emplear su enorme creatividad para el bien común, ante la ola de corrupcion que puede aplastar nuestra todavía joven democracia reaccionemos con medidas sensatas, que sean un cortafuegos para esa lacra que infecta los ganglios vitales de nuestra convivencia en libertad. Informaticemos nuestra justicia. Ayudemos a quitar la venda a la Diosa de la Justicia regalémosle un bonito y eficiente ordenador.
