La España musulmana ante el yihadismo

El día 8 de marzo 2017 en la Sala Gómez de la Serna del Circúlo de Bellas Artes de Madrid tuvo lugar el debate entre el general Ballesteros, director del Instituto Español de Estudios Estrategicós y autor de “Yihadismo” y el periodista Ignacio Cembrero, autor de “La España de Alá”.

Profesor de ciencia política en la Universidad de Salamanca, el general Ballesteros presentó su libro “Yihadismo” especificando que, aunque la existencia de numerosos grupos terroristas no es algo que nos sorprende, el yihadismo tiene un origen bastante reciente. El 1988 es el año que marca el inicio del yihadismo, dada la creación del movimiento islamista Al Qaeda. Históricamente hablando, desde el 1979 los sovieticos rompieron la neutralidad de Afghanistan y la ocupación de territorios musulmanes dio un impulso al Yihadismo, como movimiento terrorista caracterizado por una capacidad de influencia muy alta. El motor de mobilitación del Yihadismo es la Yihad, es decir la llamada a la Guerra Santa y el imperativo principal que la Yihad impone es lo de evitar la contaminación con el Occidente. Por eso, a través de un sistema de reclutamiento que conserva el conocimiento ideológico, hay que combatir y separarse del enemigo para entrar al “paraíso supremo”. Desde hace el 2001, el terrorismo yihadista se ha convertido en un fenómeno global de una entidad nunca vista que tiene el objectivo de combatir no solo en Tierra Santa. La Guerra Santa también ha sido transformada de difensiva en ofensiva. Durante su intervención, lo que el general quiso enfatizar es la necesidad de una victoria ideológica y no militar para que “jóvenes musulmanes nunca más se pongan cinturones de explosivos y maten a un gran número de desconocidos inocentes”.

Ignacio Cembrero, periodista para “El País” durante más de treinta años, introdujo su libro “La España de Alᔠpresentando por un lado el nivel cuatro de cinco de alerta en España y por otro lado el “ruído” y el alarmismo producido por la prensa española. El declaró que, no obstante España presenta un panorama preocupante, según el Ministerio de Defensa español desde el año 2013 solo 210 personas han salido para combatir, difundir propaganda islamista y reclutar a nuevas personas y eso se puede considerar un número “ridicúlo” si comparado con los datos relativos a otros países. España solo sufrió su major atendado en 2004 y desde aquel año no ha pasado nada tan grave ní se han encontrado armas utilizadas en los atentados. Pero, en los años 2004, 2005 y 2006 España fue el segundo país receptor de inimigrantes musulmanes. En la actualidad, Ceuta y Melilla son las dos provincias con mayor indice de población musulmana y son las zonas donde el caldo de cultivo entre los jóvenes musulmanes es preocupante. Lo que es importante precisar es que el factor que más determina la radicalización es la no pertenencia a ningun grupo social y actualmente las nuevas generaciones intentan resolver su problema de identidad a través de la religión. Los musulmanes radicados, precisó el autor, han crecido en familias destructuradas y abrazan la religión de una forma radical para luchar contra todo el sistema.

Los dos autores convinieron que la población musulmana en España sigue aumentando manteniendo sus pautas demográficas y reagrupandose familiarmente. Aclarar el fenómeno del yihadismo y del terrorismo islamico en general no es facil, pero todos tenemos que reflexionar.

“Que se puede hacer?”