Valores compartidos

‎Una correcta visión del mundo, lo que en Alemania llaman Weltanchauung, nos ayuda a formarnos y poder asimilar entre el bombardeo de información que nos proporciona la revolución digital las noticias que nos interesan. Para el Club de Roma de Aurelio Peccei es imprescindible pensar globalmente para actuar localmente. El problema es donde encontrar la brújula que nos ayude en nuestra búsqueda e impida que nos perdamos en el bosque o naufraguemos en los siete mares. Os confieso, queridos lectores, que mi búsqueda ha sido larga y llena de recovecos, a veces he tenido la sensación de estar en un laberinto y se me apoderaba la perplejidad. El trabajo, el estudio y ese indispensable soplo del espíritu que alumbra la creatividad me ayudaron a encontrar mi brújula para seguir las enseñanzas de Aurelio Peccei, el genial italiano fundador del Club de Roma con su estudio de la problemática mundial, encontré las llaves que me desvelaron el conocimiento, primero en la Carta de San Francisco, que dió luz y sirve de constitución de las Naciones Unidas y adentrándome en las labores de esta organización mundial que surge de las cenizas de la guerra en 1945, encontré los valores compartidos que nos unen a todos los habitantes de este planeta azul, en sus Años Internacionales dedicados a los más variados temas, en las Resoluciones de la Asamblea General, en las grandes conferencias sobre temas mundiales, en que participan todos los países del mundo, con raras excepciones. Estos valores compartidos deberían proporcionar a los escolares y a los ciudadanos en general una formación intelectual que les enseñe a tener una visión del mundo completa e inclusiva, en que quepan todas las creencias y filosofías políticas y se promocione el diálogo en un clima de no violencia. Avanzando en estas ideas la UNESCO ha postulado la Cultura de la Paz, con sus campeones, ejemplos a imitar, Mahatma Ghandi, Nelson Mandela, Martin Luther King y la Madre Teresa de Calcuta. El Papa Francisco en el día Mundial de la Paz del primero de enero 2017 ha abrazado también a la no violencia como lema para este año. Otros líderes religiosos y políticos se reclaman también al diálogo como vía para solucionar los conflictos, pero es fundamental que los ciudadanos tengamos nuestra propia visión y que los educadores transmitan estos valores compartidos a las generaciones futuras y que en nuestro día a día nos inspiremos en esta Cultura de la Paz que emana de las Naciones Unidas, que representa a los gobiernos pero esta abierta a la sociedad civil ofreciendo un fascinante calidoscopio, así conseguiremos pensar globalmente y actuar localmente.